Unión Europea

El BCE desoye al Parlamento Europeo y descarta a Delgado para dirigir la supervisión bancaria

La alemana Claudia Buch ha sido elegida para sustituir al italiano Andrea Enria como presidenta del Consejo de Supervisión del BCE

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado. / EP

Pablo Allendesalazar

Como se esperaba, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha elegido este miércoles a Claudia Buch, vicepresidenta del banco central alemán, como su candidata para presidir el consejo del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), el área de la autoridad monetaria que se ocupa de controlar a los 109 mayores bancos de 21 de los 27 países de la UE. La número dos del Bundesbank, con perfil de economista teórica y que no comenzó a ocuparse de la supervisión bancaria en su país hasta el pasado abril, se ha impuesto así a Margarita Delgado, pese a que subgobernadora del Banco de España acumula más de 30 años de experiencia en todos los niveles de la supervisión bancaria, tanto en el organismo español como el propio BCE.

El máximo órgano de gobierno del banco central del euro ha decidido, así, desoír al Parlamento Europeo. Tras escuchar a las dos candidatas a puerta cerrada a mediados de julio, los portavoces de su comisión de economía consideraron por unanimidad que Delgado tenía un perfil más adecuado que Buch para el puesto y así se lo hicieron saber por carta a la presidenta del BCE. De ahí surgen las sospechas de que Christine Lagarde prefería a la alemana: varios parlamentarios le acusaron la semana pasada en 'Bloomberg' de no haber compartido la misiva con los otros miembros del consejo de gobierno.

La autoridad monetaria lo ha negado oficialmente este miércoles en la nota en que ha informado de la nominación de la número dos del Bundesbank. "Las opiniones de los coordinadores de la comisión de economía se compartieron con el consejo de gobierno. La votación en el consejo de gobierno se realizó mediante votación secreta y la mayoría se pronunció a favor de Claudia Buch", ha apuntado de forma significativa. Está por ver, en cualquier caso, si el roce entre el Parlamento Europeo y la cúpula del BCE puede llegar a descarrilar el nombramiento final de la alemana y dar nuevas posibilidades a Delgado.

Votación clave

El Parlamento, así, debe aprobar el nombramiento de Buch para que este se pueda hacer efectivo. En unos días, su comisión de economía celebrará una audiencia pública con la candidata alemana y posteriormente sus miembros votarán un proyecto de resolución, que será elevado después al pleno de la cámara para su aprobación o rechazo. En el caso de que la cámara se opusiera a su nombramiento, el BCE "podrá recurrir a los candidatos que solicitaron originalmente el puesto o volver a iniciar el proceso de selección", según el acuerdo que alcanzó en 2013 con el Parlamento. En cambio, si los parlamentarios dan su visto bueno, el nombramiento de Buch pasará al Consejo de la UE, que deberá adoptar la decisión final por mayoría cualificada.

El hecho de que la alemana haya sido nominada, por otra parte, parece aumentar las posibilidades de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, de hacerse con la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a partir de enero, un puesto para el que compite principalmente con la comisaria europea dansea Margrethe Vestager. La decisión de Calviño de postularse para el cargo, un proceso paralelo al del MUS, ha restado opciones a Delgado, ya que no es nada habitual que dos personas del mismo país sean elegidas para dos puestos relevantes europeos de forma casi simultánea. 

Sobrerrepresentación

Además, ya hay dos españoles en cargos relevantes de la estructura bancaria europea: Luis de Guindos (vicepresidente del BCE) y José Manuel Campa (Autoridad Bancaria Europea). Y Alemania -primera economía de la zona euro- ha perdido dos puestos importantes en los últimos meses (las presidencias del Mecanismo Único de Resolución y el Mecanismo Europeo de Estabilidad) y está a punto de ceder otro (la del propio BEI). A Delgado, por tanto, no le han beneficiado los equilibrios que hacen los Estados miembros para repartirse el poder en las instituciones comunitarias. 

Sobre la supuesta preferencia de Lagarde por Buch, por su lado, hay todo tipo de teorías en el mundo supervisor y bancario, pero ninguna certeza. Hay quien lo vincula al deseo de la francesa de ganarse el apoyo de Alemania para sustituir a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea el año que viene. Hay quien afirma que es un paso estratégico para evitar que el próximo presidente del BCE sea alemán por primera vez (lo cual no tiene mucho sentido, ya que ya coincidieron dos nacionales del mismo país en la presidencia del BCE y el MUS: los italianos Mario Draghi y Andrea Enria). Y hay quien asegura que Lagarde prefiere a Buch para tener un mayor control sobre el MUS. Pero hoy por hoy son básicamente las especulaciones típicas en este tipo de procesos.