Inmuebles

Una treintena de pazos languidecen en el área de Santiago de Compostela a la espera de un comprador

La mitad de los que están a la venta en los alrededores de la capital gallega ni se anuncian: "Se negocia en privado", según las inmobiliarias

"Enseñarlos no cuesta nada. Lo difícil es cerrar la transacción", dicen

El Pazo da Mota, en A Estrada, que data del siglo XVII, está a la venta por 1.200.000 euros.

El Pazo da Mota, en A Estrada, que data del siglo XVII, está a la venta por 1.200.000 euros. / CEDIDA

Susana López Carbia

Una quinta parte de los aproximadamente 900 pazos que aparecen catalogados en el Inventario Xeral de Patrimonio de la Xunta se sitúan en ayuntamientos próximos a la capital gallega. Son 195 construcciones ubicadas en municipios de las comarcas de Santiago, Ordes, Sar, Barbanza, Costa da Morte, Bergantiños, Arzúa, Melide y Caldas, que se encuentran en muy diferente situación: algunas están en buen estado y habitadas, otras albergan negocios principalmente de hospedería o restauración y un buen número de ellas languidecen a la espera de encontrar un comprador que las devuelva a la vida. Pero vender un pazo no es tarea fácil.

El portal web especializado en este tipo de construcciones aldeasabandonadas.com tiene casi una treintena de pazos a la venta en las proximidades de Santiago. “Enseñar un pazo no cuesta nada, pero venderlo es muy laborioso”, explica Elvira Fafián, responsable de la inmobiliaria, que desde hace siete u ocho años detecta un mayor interés por la compra de estas propiedades tan exclusivas. En lo que va de año han cerrado cuatro transacciones de este tipo, todas en zonas rurales de la provincia de Ourense y por cantidades que oscilan entre los 350.000 y los 500.000 euros.

Pero el proceso lleva su tiempo. “Ocurre muchas veces que los propietarios tienen mucho apego al pazo y les cuesta mucho ponerlo a la venta. Y son personas discretas que tampoco quieren exponerse. La realidad es que la mitad de los que están a la venta ni siquiera se anuncian”, asevera Fafián. Y si no se publicitan, es difícil poder llegar a un posible comprador. “Por eso, muchas propiedades están aparcadas”, indica.

Cuando finalmente aparece un comprador interesado y se salva ese primer obstáculo, llega el segundo: la negociación para cerrar la venta. “Se hace de manera privada”, señala Elvira Fafián, y lleva su tiempo, porque aún los pazos más asequibles suponen un desembolso importante. En las proximidades de Santiago se venden varios por 450.000 euros, sobre todo en comarcas del interior como Melide, Arzúa o Sar.

Cualquiera de ellos está muy lejos del pazo más caro de todos los que aldeasabandonadas.com tiene a la venta en Galicia y que se sitúa en los 3,5 millones de euros. “Es de los que no se anuncian”, puntualiza la responsable del portal inmobiliario.

Por este pazo del siglo XV se piden 290.000 euros.

Por este pazo del siglo XV se piden 290.000 euros. / CEDIDA

Pero para convertirse en el propietario de un pazo con historia no hace falta gastar tanto. Por unos 300.000 euros ya hay alguno disponible, aunque, eso sí, necesitado de reformas. Un aspecto que parece no importar demasiado cuando se busca este tipo de construcción. “El cliente pregunta por el escudo. No quiere pazos reformados, sino pazos con historia. Da igual que esté para rehabilitar o que tenga una parte en ruinas”, apunta Fafián. Y una petición que se repite: que tengan su propia capilla. “Se vuelve a valorar la privacidad, el poder celebrar un evento familiar en tu propia casa”, señala. En cuanto al perfil de cliente, no hay uno definido. “Hay gente que quiere vivir en un pazo y puede permitírselo”, afirma Fafián, pero también hay pequeños emprendedores que buscan ese tipo de construcción para poner en marcha un negocio.

Triunfan las casas solariegas

En los últimos tiempos se detecta también un gran interés por las casas solariegas. Y en Galicia abundan las que están en venta. Tienen el encanto de un pazo, pero no están catalogadas. Y eso hace que el precio sea más asequible. Por 250.000 o 300.000 euros es posible adquirir una de estas construcciones, que normalmente tiene mucho terreno a su alrededor. “A la gente le gustan mucho”, asevera Fafián.

El que de momento no ha encontrado comprador es el Pazo de Leis, en A Baña, que lleva dos años a la venta. Los propietarios piden por él 415.000 euros, pero en todo este tiempo solo ha tenido dos visitas de personas interesadas en la construcción. “Está todo muy parado”, señala Miguel Sumay, comercial de Ames Inmobiliaria, la agencia que gestiona la venta de esta edificación señorial, de 540 metros cuadrados, reformada parcialmente en 1997 y que cuenta con una finca de 5.000 metros cuadrados.

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A pesar de la inflación, el sector detecta que sí hay interés por este tipo de edificaciones con historia

En A Estrada se erige el magnífico Pazo da Mota, que data del siglo XVII y que la inmobiliaria DAC Santiago tiene a la venta por 1,2 millones de euros. “Ha generado mucho interés”, dice Coralia Pardal, gerente de la empresa. Lleva anunciado aproximadamente un año y en ese tiempo ha tenido varias visitas. De momento, eso sí, sin éxito. “Estas transacciones llevan mucho tiempo. Los pazos gustan, pero los clientes llegan a cuentagotas”, sostiene Pardal. Y no es solo eso. Al precio a desembolsar hay que sumarle lo que se invierta a mayores en la rehabilitación de la propiedad. “Ojalá fuese todo tan rápido”, dice.

No obstante, asegura, sí existe interés por estas construcciones. A pesar de la inflación, se buscan pazos bien para segunda residencia, bien para montar un negocio.