Subasta

La demanda y el tipo de interés de las letras del Tesoro dan síntomas de estabilización

El departamento dependiente del Ministerio de Economía ha colocado letras a tres y nueve meses de vencimiento con una demanda total de 5.351 millones de euros

El Tesoro coloca 2.048 millones en letras y baja el interés de los títulos a nueve meses

El Tesoro coloca 2.048 millones en letras y baja el interés de los títulos a nueve meses

Pablo Allendesalazar

Síntomas de estabilización en la euforia inversora por las letras del Tesoro, iniciada hace unos meses al calor de la escalada de sus intereses propiciada por la subida de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la inflación. El departamento dependiente del Ministerio de Economía, así, ha colocado este miércoles letras a tres y nueve meses de vencimiento con una demanda total de 5.351 millones de euros, elevada en términos históricos y superior a la de julio (4.731 millones), pero la segunda más baja en lo que va de año e inferior a la de agosto del año pasado (6.392 millones).

En los tipos que se ha comprometido a pagar el Tesoro también se han producido los mismos indicios, como ya sucedió en la emisión de letras a seis y doce meses de la semana pasada. Tras más de un año de fuertes subidas, el interés de las letras a tres meses colocadas este miércoles ha sido similar al de la subasta de julio (3,535% frente al 3,531% anterior), mientras que en las letras a nueve meses ha bajado ligeramente (de 3,81% al 3,7%). La estabilización del tipo a más corto plazo y la bajada del más largo da pista de que el mercado prevé que el BCE esté cerca de culminar el ciclo de subidas del precio del dinero que inició en julio del año pasado.

El Tesoro, así, ha captado este miércoles 2.048 millones, en la parte media de su objetivo (entre 1.500 y 2.500 millones). En concreto, ha colocado 523 millones de euros en letras a tres meses con una demanda 3,61 veces superior (1.889 millones), así como 1.524 millones en letras a nueve meses con una demanda 2,27 veces mayor (3.462 millones). La demanda de los inversores minoristas se ha estabilizado, aunque continúa siendo importante. Como aproximación de su participación, las pujas no competitivas (que en su mayoría vienen de inversores particulares y que se adjudican todo lo solicitado) han ascendido al 34% de la emisión, un nivel similar al de julio, con 316,7 millones a tres meses y 373,5 millones a nueve meses.

Tipos todavía altos

El Estado, en cualquier caso, sigue pagando un interés elevado por colocar su deuda. El tipo de los títulos a nueve meses es el segundo más alto desde su creación en 2013, tras el máximo alcanzado en julio. Y el interés a tres meses sigue rondando un nivel que no se alcanzaba desde hace unos 12 años. Por ponerlo en perspectiva, en la subasta de agosto del año pasado los intereses fueron del 0,618% y el 0,145% respectivamente, mientras que a comienzos de 2022 estaban todavía en negativo (el Tesoro devolvía menos dinero del que recibía).

No es una subida particular de España, como sí sucedió durante la crisis de la deuda de hace una década. Los intereses que pagan todos los países europeos han experimentado ascensos a medida que el BCE iba subiendo los tipos para combatir la espiral inflacionista. De hecho, los títulos españoles a tres meses en el mercado secundario (compraventas privadas) presenta un interés similar al alemán de referencia (en torno al 3,6%), lo que prueba que los inversores no ven un mayor riesgo a corto plazo en un país que en otro (a largo plazo, 10 años, sí que hay una diferencia, como es habitual, con la prima de riesgo en unos 100 puntos básicos).

Más que los depósitos

Como viene sucediendo desde hace meses, los tipos de las letras también siguen siendo notablemente superiores a los que pagan los bancos por los depósitos. Las entidades financieras, así, se comprometieron a abonar un 2,22% por los productos de este tipo que sus clientes suscribieron en junio, último dato disponible en el Banco de España. Ello explica que los hogares hayan disparado sus compras de deuda pública estatal en el último año, lo que ha provocado que en mayo tuvieran en sus carteras títulos por valor de 14.947 millones, frente a los 35 millones que tenían invertidos en agosto del año pasado.

En 2022, así, se produjo el primer incremento de la deuda pública en manos de los hogares desde 2015 y la cantidad invertida se ha multiplicado en lo que llevamos de 2023. El interés de los particulares por las letras está disparado desde comienzos de año, como demostraron las colas registradas en las sedes del Banco de España para comprarla antes de que se obligara a solicitar cita previa o los problemas que sufrió la web del Tesoro, dos vías más baratas para adquirirla que a través de los bancos.