Fiscalidad

El PP empieza suprimir impuestos en las autonomías en las que ha pasado a gobernar

La ofensiva se centra por ahora en el impuesto de sucesiones y donaciones, un gravamen que ya han tocado varias comunidades con los populares en el ejecutivo

Marga Prohens, presidenta del Govern

Marga Prohens, presidenta del Govern / B. Ramon

Agustí Sala

Dispuesto a hacer bandera de la bajada de impuestos, el PP ha empezado a anunciar la supresión de algunos tributos en las comunidades en las que ha pasado a gobernar tras las elecciones municiapales y en algunas autonomías el 28 de mayo (28M).

La ofensiva se centra por ahora en el impuesto de sucesiones y donaciones, que el nuevo 'president' de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado que suprimirá y l

, entre padres e hijos, nietos y abuelos y entre cónyuges, tanto por causa de muerte como en herencias en vida mediante pactos sucesorios.

También en Canarias, el acuerdo entre Coalición Canaria y el PP prevé, con Fernando Clavijo como presidente, además de reducir el impuesto general indirecto canario (IGIC) hasta dos puntos, del 7 al 5% pretenden suprimir el impuesto especial de combustible en las islas verdes y bonificar al 99% el impuesto de sucesiones y donaciones.

La eliminación del gravamen sobre las herencias y las donaciones entre parientes era una de las promesas del partido de la gaviota, que ya llevó a cabo una ofensiva siumilar hace años, lo que provocó una auténtica pugna fiscal entre territorios.

La abanderada hasta ahora de todo ello ha sido hasta ahora la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, al convertir esta autonomía en un territorio libre del gravamen sobre las herencias y también el de patrimonio. De ahí su pugna contra el impuesto a las fortunas de más de tres millones creado por el Gobierno de Pedro Sánchez, en principio con carácter termporal. Este tributo supone 'colar' el impuesto de patrimonio en comunidades o territorios que lo habían eliminado o bonificado. El Gobinero del PSOE y Unidas Podemos lo justifica en la necesidad de que aporten más quienes más tienen tras la debacle provocada por el coronavirus.

Siguieron la estela de Madrid con le tributo que grava elpatrimonio el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía, al que se sumó el de Fernando López Miras en Murcia; y el de la Xunta de Galicia, presidida por Alfonso Rueda, que relevó al actual líder y candidato a la presidencia del Gobierno por el PP, Alberto Núñez Feijóo, con una rebaja del 50%.

El PP parte del principio de que "las personas saben mejor que nadie a qué dedicar su dinero" y que “los impuestos bajos representan un incentivo para la recuperación y el fortalecimiento de la actividad económica, así como para la generación de empleo”. Esta teoría choca con la planteada recientemente por organismnos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que reclama empezar una etapa de ajustes presupuestarios tras las medidas aplicadas para paliar los efectos de la pandemia. Y eso supone o aumentar los impuestos o recortar los gastos o una combinación de ambas.

En su programa electoral, además de suprimir temporalmente el IVA de la carne, el pescado y las conservas, Feijóo propone rebajar el IRPF a las rentas de hasta 40.000 euros. Uno de sus compromisos del principal partido de la oposición es adecuar la tarifa del impuesto a la inflación, algo que ya han hecho algunas de las comunidades que están gobernadas por los populares.

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