¿Cobras algún tipo de pensión? Podrías quedarte sin ella en breve

En España, la Seguridad Social gestiona dos tipos de pensiones: las contributivas y las no contributivas. Dependiendo de la situación en la que se encuentre el ciudadano, cobrará un tipo u otro.

La principal diferencia es que las primeras se basan en la cantidad de tiempo que el ciudadano ha cotizado a la Seguridad Social, mientras que las segundas están destinadas a personas en situaciones económicas complicadas y con recursos limitados que no han podido cotizar lo suficiente para una pensión contributiva.

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La cantidad máxima de las pensiones contributivas es de 3.058 euros al mes y están bajo la supervisión del Ministerio de Trabajo. Mientras tanto, las pensiones no contributivas son manejadas por las comunidades autónomas y su cantidad máxima es de alrededor de 400 euros mensuales.

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Las pensiones pueden caducar con el tiempo

Es importante tener en cuenta que algunas pensiones pueden prescribir o caducar. Según la página web de la Seguridad Social, el derecho al reconocimiento de las pensiones puede prescribir después de cinco años a partir del hecho causante de la prestación. Sin embargo, existen cuatro tipos de pensiones que no prescriben: la de jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares.

Además, el derecho a las prestaciones puede verse interrumpido por diversas causas, como una reclamación extrajudicial del acreedor, una reclamación ante la Administración de la Seguridad Social o el Ministerio de Empleo, o un expediente tramitado por la Inspección de Trabajo.

En cuanto a la caducidad de las pensiones no contributivas, es importante destacar que su derecho al recibo de la pensión puede extinguirse al pasar un año. Es por ello que resulta crucial informarse a través de los recursos de la Seguridad Social sobre los requisitos para renovarlas y para obtenerlas.