Obituario

Muere el exinternacional alemán Andreas Brehme

El campeón del mundo con Alemania en Italia-90 sufrió un paro cardíaco

Andreas Brehme.

Andreas Brehme. / EFE

Jorge Oto

Andreas Brehme, exjugador del Real Zaragoza en la temporada 1992/93, murió la madrugada de este pasado lunes debido a un paro cardiaco, según informa el diario alemán Bild. El campeón del mundo con Alemania en el 90 ingresó en la clínica Ziemssenstrasse, cercana a su domicilio, donde perdió la vida en el hospital, según indica el citado medio.

Brehme, que nació en Hamburgo en noviembre de 1960, llegó al conjunto blanquillo por una carambola de la vida, ya que se enamoró y casó con una azafata de vuelo natural de Utebo a la que conoció en uno de sus desplazamientos profesionales. Años más tarde, esta relación le llevó a vestir la camiseta de león durante una temporada desestimando otras opciones que tenía en ese momento de otros equipos de Europa. Considerado uno de los mejores laterales de la historia del fútbol, los aficionados del Real Zaragoza pudieron disfrutar de su inigualable calidad en el carril izquierdo.

Andres Brehme marcó, de penalti, el gol decisivo en la final del Mundial de Italia ante la Argentina de Maradona. Con este tanto logró entrar en la historia del fútbol de su país tras ser uno de los futbolistas que le ha dado un trofeo mundialista al conjunto germano. Además, se da la circunstancia que, teniendo una pierna izquierda poderosa, marcó el gol de penalti de la final de Italia golpeando el balón con la derecha.

Brehme llegó al fútbol profesional 1980 en las filas del F. C. Saarbrücken, de donde pasó al F. C. Kaiserslautern hasta el 86. Después jugó dos temporadas en el Bayern de Múnich (50 partidos, 7 goles) y se marchó al Inter de Milán cuatro temporadas. Saltó al Real Zaragoza un año y terminó su carrera en el FC Kaiserslautern. En el equipo aragonés, entrenado por Víctor Fernández, disputó 31 partidos y marcó cuatro goles. Aquel año el equipo participó en la Copa de la UEFA, de donde le eliminó el Bosrussia de Dortmund. En el partido de vuelta, en La Romareda (2-1), Brehme marcó uno de los dos goles del conjunto aragonés. De penalti. Y con la pierna derecha. En la ida habían ganado los alemanaes por 3-1.

En los últimos años, se han acumulado las noticias sobre los problemas personales de Brehme debido a sus ingentes deudas económicas. El recientemente fallecido mito del fútbol mundial Franz Beckenbauer fue uno d elos primeros en dar la voz de alarma sobre los problemas de Brehme. "Tenemos la responsabilidad de ayudar a Andreas Brehme, él hizo mucho por el fútbol alemán, le dio un título, y ahora es el turno del fútbol alemán de hacer algo por él. Quizás podemos crear un fondo para proteger a los jugadores que atraviesan emergencias", expresó Beckenbauer.

Cedrún: "Era pura elegancia"

El grupo de Whatsapp de los ganadores de la Recopa fue el vehículo a través del que Andoni Cedrún, compañero de Brehme en aquella temporada 92-93, se enteró del fatal desenlace. "Te quedas fatal porque se ha ido alguien que fue tu compañero y, además, con apenas 63 años. Brehme era una leyenda del fútbol y fue un honor y un orgullo compartir vestuario con él", asegura el exportero, que destaca, sobre todo, "su categoría y personalidad. Era pura elegancia".

Para el recuerdo queda aquella decisión de alemán de abandonar la concentración del equipo tras negarse a jugar de lateral izquierdo, donde Víctor Fernández le había ordenado jugar tras varias buenas actuaciones en el centro del campo. "Nos quedamos todos asombrados. Ahí se vio su gran dosis de personalidad y orgullo. Era un gran jugador que vivía en su mundo y un ganador. Entró bien en el vestuario y nunca se acordaba. Aquel día se vio toda la personalidad y los galones de ese jugador que, campeón del mundo, se negó a jugar donde le decía el entrenador".

Para Cedrún, el alemán rebosaba calidad. "Es que no sabías si le iba a pegar con la derecha o con la izquierda. Era zurdo, pero el penalti que dio el campeonato del Mundo a Alemania lo marcó con la derecha. Era un tío elegante dentro y fuera del campo al que le gustaban los coches buenos y jugar al golf cuando nadie de aquel vestuario lo hacía".