Todos los beneficios de la escalada en niños: del crecimiento psicológico y psicomotriz al fomento del compañerismo

La escalada entre los más pequeños está aumentando en masa dentro de España por el crecimiento personal que fomenta y los valores que lleva intrínseco este deporte

La escalada fomenta en niños y niñas la toma de decisiones y la concentración

La escalada fomenta en niños y niñas la toma de decisiones y la concentración

Del “no te subas ahí a ver si te vas a caer” al “a ver si puedes llegar hasta ahí arriba”. Durante este siglo, la escalada ha pasado a ser una actividad exclusiva de adultos a una escuela de formación pedagógica para los más pequeños. La seguridad -pilar de la actividad- ha permitido que en espacios controlados por profesionales -los rocódromos urbanos-, niñas y niños superen situaciones de bloqueo, miedo o estrés mientras gestionan una pared. Estos son algunos de los beneficios psicológicos que tiene la escalada, además de las bondades psicomotrices y de divertimento, una actividad que promueve por encima de todo el trabajo en equipo.

LA ESCALADA MEJORA LA PSICOMOTRICIDAD EN NIÑOS Y NIÑAS.

LA ESCALADA MEJORA LA PSICOMOTRICIDAD EN NIÑOS Y NIÑAS. / .

A enero de 2024, en España hay 366 rocódromos, según el recuento elaborado por CMDsport. Son 164 más que antes del oro olímpico de Alberto Ginés en los JJOO de Tokio (verano de 2021)- Esta explosión de presas en paredes urbanas ha posibilitado que profesionales de la escalada puedan centrar parte de su labor en la educación y formación de los más pequeños. Ya no es sólo una actividad de ocio para adultos, es una escuela para niños y niñas. La educación emocional que brinda se refleja en un crecimiento personal, autoestima, fortalecimiento de la memoria, reflejos o compañerismo.

Uno de los principales hitos formativos de la escalada es la divulgación del trabajo en equipo. La tarea de hacer comunidad y aunar al grupo se ve reforzado en la idea de que todos los individuos importan y se necesitan los unos a los otros y ya no sólo para alcanzar el éxito en un objetivo, sino para realizar con seguridad la actividad. Además, la ayuda que recibe quien está escalando por parte de sus compañeros desde abajo, realza la atención que los compañeros prestan y la cooperación. En este sentido, se aleja mucho de lo que entendemos por ser un deporte competitivo.

Medicina ante la impaciencia y la inmediatez

En un tiempo en el que la inmediatez golpea la paciencia de pequeños y adolescentes, la escalada recuerda que todo proceso requiere de un aprendizaje y que las caídas y fallos son parte del mismo. La comprensión del tiempo y de la maduración de un ejercicio es algo que los niños y niñas aprenden rápido y pronto desaparecen las frustraciones que pudieran surgir en un inicio. Cada individuo -grandes o pequeños- tiene un nivel y en base a él se comienza la curva de aprendizaje gracias a la variedad de vías que puede practicar.

En dicho aprendizaje va incluida una obligatoria independencia del pequeño ya que por sí mismo debe tomar sus propias decisiones y elegir el camino correcto para continuar -aunque pueda escuchar los consejos de compañeros-. Esta toma de decisiones y el éxito de las mismas refuerza la confianza en sí mismo y la autoestima.

Para ello, funciones cognitivas como la memoria también juegan un papel fundamental. El niño o la niña necesita de la repetición y observación de pasos de otras personas para memorizar la técnica, los pasos, los agarres y las vías adecuadas para superar un obstáculo.

La concentración y posterior relajación

En este proceso, la concentración es otra característica indispensable del escalador, cualidad que arrincona el estrés, nervios o la depresión. El pensar en el siguiente paso a dar es una labor exclusiva que no permite distracciones. El cerebro da por hecho que un mal paso puede conllevar un desenlace fatal (aunque exista cuerda, arnés, mosquetón, casco…) por lo que ‘obliga’ a todo el cuerpo a estar focalizado al 100% en la actividad. Una vez lejos del rocódromo y después de un ejercicio con tanta excitación e implicación del sistema nervioso, la relajación suele ser otra de las consecuencias positivas para la niña y el niño que lo practica.

En cuanto psicomotricidad, la coordinación de vista, tren superior e inferior debe ser perfecta ya que la escalada valora infinitamente más la técnica que la fuerza. En este punto es obvio que se mejora la lateralidad de cada pequeño y se adquiere un mejor conocimiento del cuerpo, además de mejorar la flexibilidad, agilidad y equilibrio.

LA ESCALADA FOMENTA EN LOS NIÑOS LA TOMA DE DECISIONES Y LA CONCENTRACIÓN.

LA ESCALADA FOMENTA EN LOS NIÑOS LA TOMA DE DECISIONES Y LA CONCENTRACIÓN. / .

Respeto por la naturaleza, ecología y sostenibilidad

Más allá de lo mencionado anteriormente, la escalada sumerge al pequeño en plena naturaleza para practicar su deporte. El respeto por los entornos naturales y la ecología y sostenibilidad son otros de los activos que conlleva esta disciplina. Las niñas y niños aprenden desde muy pronto que hay que cuidar el entorno, respetarlo y dejarlo como lo has encontrado. Está prohibido tirar basura, perjudicar a la flora o a la fauna… Y esto se aprende in situ, con lo que hace falta poca explicación de por qué hay que seguir esa norma. Todo esto se interioriza profundamente muy pronto.

En definitiva, la formación pedagógica de la escalada es tan completa que ha situado a esta disciplina en algunos centros docentes y a ser una extraescolar cada vez más recurrente para las familias. Particularmente en España, la medalla de oro de Alberto Ginés en Tokio 2020 dio un impulso a este deporte entre los más pequeños y ahora, los JJOO de París 2024 posibilitará otro escaparate importante para que se vea lo que uno puede llegar a hacer con esfuerzo y trabajo diario (además de talento).

Niñas y niños superan situaciones de bloqueo, miedo o estrés mientras gestionan una pared.