Fútbol. Primera División

Al parón en el mejor momento

El triunfo ante Osasuna, con buen juego y goles, alimenta las esperanzas de que el equipo vaya a más

Los jugadores del Mallorca celebran el gol de Dani Rodríguez ante Osasuna en Son Moix. |

Los jugadores del Mallorca celebran el gol de Dani Rodríguez ante Osasuna en Son Moix. | / EFE

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

El Mallorca se va de vacaciones con una gran sonrisa. Quizá la sensación es más de alivio que de alegría, pero lo cierto es que el triunfo ante Osasuna del jueves (3-2) ha dibujado un panorama idílico para vivir la Navidad con tranquilidad. Porque a pesar de todas las dudas que ha generado durante la primera vuelta, con un juego irregular y sufriendo de lo lindo para sacar buenos resultados, ya no produce miedo consultar la clasificación.

Los bermellones aventajan en cinco puntos los puestos de descenso, que ahora marca el Celta, y han dejado ya muy lejos a los dos últimos de la tabla, rivales también por seguir un año más en Primera División. El colista Almería cuenta con trece puntos menos mientras que el Granada está a diez, un hueco importante después de dieciocho jornadas. Y esta tranquilidad ha llegado gracias a una buena racha que ha ido acompañada de una mejoría en el rendimiento del equipo, sobre todo a nivel defensivo con el retorno de Raíllo, que le ha permitido irse al parón con desahogo.

Está por ver si la interrupción de la competición perjudica a los baleares, pero lo que es seguro es que ha llegado en su mejor momento de la temporada. Todavía está lejos de los aspectos que maravillaron la anterior campaña y que le dejaron en una fabulosa novena plaza, pero algunas cosas sí empiezan a ser reconocibles en el manual del técnico Javier Aguirre. El meta Rajkovic llegó a estar 355 minutos sin encajar un gol, algo que se tradujo en puntos en un grupo al que le cuesta un mundo concretar las ocasiones que genera. El partido ante Osasuna evidenció que este Mallorca es capaz de hacer mejor las cosas. Elaboró el mejor fútbol de lo que se lleva de curso, con un Morlanes y Dani Rodríguez capaces de dar dinamismo al centro del campo, y con un Antonio Sánchez y Samú Costa que corrieron muchos kilómetros en beneficio de sus compañeros. Esto se tradujo en un equipo mucho más compacto sin balón y con más capacidad para ser fluido a la hora de mirar hacia adelante. Sin Muriqi, todavía lesionado, la responsabilidad recae en un Larin que está obligado a ir a más, y a un Abdón que sigue en un segundo plano a pesar de ser el máximo goleador, con cinco tantos. Pero la aparición desde la segunda línea de Dani Rodríguez, con un gran gol y dos asistencias, y los cabezazos de los centrales Raíllo y Nastasic, marcaron las diferencias frente los pamplonicas.

Esta puesta en escena fue la culminación de un proceso que ha ido a paso de tortuga, pero que no se ha detenido. Porque desde que cayó en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid (1-0), el Mallorca ha disputado cinco encuentros de Liga, con dos victorias y tres empates. O lo que es lo mismo, ha sumado nueve puntos de quince posibles que le ha permitido pegar este estirón. En ello ha influido el factor Son Moix porque cuatro de estos cinco choques se han disputado en casa. Y eso que jugar ante la afición se había convertido en un dolor de cabeza porque se mostraba incapaz de sumar de tres en tres -cuatro empates y una derrota hasta ese momento-.

Pero después de firmar tablas ante el Cádiz (1-1) y Alavés (0-0) y alimentar el desasosiego entre la hinchada, los del ‘Vasco’ supieron levantarse en el momento en el que más lo necesitaban. No les quedaba otra. Vencieron de forma consecutiva al Sevilla (1-0) y a los navarros y, entre estos dos duelos, se llevaron un punto del Power Horse Stadium en un encuentro que deberían haber vencido al Almería (0-0). El 3 de enero llega la visita al Real Madrid en el Bernabéu, aunque eso ya será otra historia.

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