Selección española

Jorge Vilda, despedido: la RFEF corta el eslabón más débil del 'rubialismo'

La Federación de Pedro Rocha decide prescindir del entrenador que dirigió a la selección campeona del mundo, tras el caso Rubiales

Luis Rubiales y Jorge Vilda.

Luis Rubiales y Jorge Vilda. / RFEF

Sergio R. Viñas / Denís Iglesias

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que dirige el interino Pedro Rocha ha comunciado a Jorge Vilda su despido como seleccionador femenino absoluto. El entrenador madrileño pone fin así a una etapa que inició en 2015 como responsable de un combinado absoluto femenino con el que se proclamó campeón del mundo en Australia y Nueva Zelanda. La nueva RFEF ha empezado a borrar el 'rubialismo' cortando el eslabón más débil de los muchos que su suspendido presidente, Luis Rubiales, conserva en Las Rozas.

Como informó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, su cese quedó decidido en la Comisión de Presidentes Territoriales que se celebró en Las Rozas el lunes de la semana pasada. En dicho cónclave, se ratificó a Luis de la Fuente como seleccionador masculino y se acordó la destitución de Vilda. Los barones también exigieron a Pedro Rocha el cese a medio plazo del secretario general, Andreu Camps; el director de Integridad, Miguel García Caba; y el asesor jurídico externo, Tomás González Cueto. De momento, los tres continúan en sus puestos, algo que preocupa al Gobierno.

La decisión llega antes del desplazamiento de la selección masculina a Georgia para disputar un partido de fase de clasificación para la Eurocopa. Vilda, a pesar de su reciente éxito con la selección, cae como consecuencia del caso Rubiales. Tras la polémica desatada por el comportamiento del suspendido presidente de la Federación, las jugadoras campeonas, junto a otras muchas, se negaron a regresar a la selección si el ejecutivo andaluz y el seleccionador continuaban en el cargo.

Sus aplausos al discurso de Rubiales

Vilda fue uno de los muchos que aplaudió el discurso de no-dimisión de Rubiales en la asamblea, así como sus críticas al "falso feminismo" que, a juicio del dirigente granadino, estaba cometiendo un "asesinato social" contra él. En ese mismo escenario, el suspendido presidente le prometió una renovación por cuatro años, a razón de 500.000 euros por cada uno de ellos, en una sorprendente oferta pública.

El ya ex seleccionador, que tenía contrato en vigor hasta 2024, quiso desmarcarse 24 horas después de la asamblea con un comunicado en el que censuró su "comportamiento impropio", pero esa marcha atrás no le ha servido para conservar un cargo. El rechazo masivo de sus futbolistas ha sido determinante.

Sonia Bermúdez y Montse Tomé, posibles sustitutas

De este modo, Vilda se quedaba en la práctica sin futbolistas de primer nivel seleccionables, aunque desde la RFEF se afirmaba que las jugadoras, por ley, no podían negarse a la convocatoria bajo pena de sanción. Pero el camino sin retorno ha supuesto el final del trayecto del técnico al frente del equipo nacional, donde ha vivido varias crisis: la más sonada, la de las '15 rebeldes' que criticaron su gestión. Algunas regresaron después y formaron parte de la plantilla que ganó el Mundial.

La destitución de Vilda, que también es director deportivo de las selecciones femeninas, era una decisión contra el cronómetro. Esto se debía a la premura para elaborar una convocatoria para los partidos de finales de mes en los que la selección se jugará el pase a los Juegos Olímpicos de París.

Parece claro que en España no tiene ninguna posibilidad al quedar muy señalado por su apoyo incondicional a Rubiales y uno de sus posibles destinos sería Arabia Saudí. Su sucesor o sucesora (han sonado Sonia Bermúdez o Montse Tomé, su segunda, que después dimitió) se conocerá en breve.

El cese de Vilda permite también a Rocha entregar una cabeza a la sociedad española y en particular al Gobierno, que ha exigido cambios en el ente federativo y que, por boca del ministro Miquel Iceta, celebra la "reestructuración profunda" que los barones territoriales han prometido ejecutar durante la suspensión de Rubiales.