Carlos Alcaraz está feliz. Puede parecer una obviedad, pero es también lo que el tenista cree que ha sido la clave para lograr la hazaña que ha cosechado en Nueva York: alzar su primer grande y convertirse además en el número uno más joven de la historia. “Tengo el trofeo porque fui feliz en la pista”, asegura en su primera comparecencia ante la prensa tras el triunfo.

Lo había dicho antes Juan Carlos Ferrero y lo ratificaba también el tenista. Tras caer demasiado temprano en Cincinnati y Montreal Alcaraz sintió presión, perdió “un poco de alegría”. Llegó a la cita neoyorquina decidido a volver a disfrutar, “volver a sonreír en la pista”. Y con el apoyo de su equipo y su familia, recuperó esa felicidad en el juego que es vital para él y que considera tan fundamental para su triunfo como el nivel físico y mental que ha mostrado en Nueva York.

Ahora tiene lo que tanto soñó y Alcaraz dice que “es una locura”, “increíble”. Asegura también que nunca pensó que lo lograría a los 19 años. Pero lograrlo no es el fin de las metas. “Por supuesto tengo hambre de más”, afirma. “Quiero estar en el top muchas semanas, esperemos que muchos años, y tras estas dos semanas increíbles voy a trabajar para tener más”.

Cerebro, corazón y "lo otro"

La prensa estadounidense se interesa por los emojis que ha estado usando en redes sociales: un corazón, un cerebro y dos huevos, y Alcaraz les da la explicación. Es algo que le dijo su abuelo desde que era un niño, y tanto la persona como la frase las recuerda cuando más lo necesita. “Gracias a eso”, añade, “puedo empujarme arriba en los momentos duros”. “Están conmigo en cada partido. Y creo que he jugado un gran tenis pero también he mostrado un nivel de corazón, de mentalidad y de lo otro enorme”.

Humildad frente al 'Big 3'

Son inevitables también para Alcaraz las preguntas por Rafael Nadal, o los comentarios que le hablan ya de su propia era, y el tenista los replica con humildad. “Yo tengo una, él (Nadal) tiene 22, así que estoy a la cola”, dice sonriendo.

También se refiere al Big 3 que han compuesto el de Manacor, Novak Djokovic y Roger Federer. “Es increíble poder tener el hueco de número uno más joven de toda la historia pero es más difícil lo que han hecho ellos, mantenerse ahí durante tanto tiempo”, dice. “No quiero compararme pero es algo que admiro, lo que todo el mundo quiere llegar a ser, y voy a seguir trabajando para parecerme aunque sea un poco a ellos. Soy un chico de 19 años, tengo mucho margen de mejoras, el Grand Slam y el número 1 me han llegado muy pronto”, continúa. “El Big 3 también ha ido evolucionando. Siempre hay algo que mejorar”.

Lo que Alcaraz asegura que no va a cambiar es su personalidad. “Ahora vendrán muchas cosas que nunca hubiera imaginado que iban a llegar con 19 años pero creo que tal como soy como persona no me va a ser complicado mantenerme con los pies en el suelo. Nada más llegar a España iré a ver a mi familia, a mis amigos. Y voy a ser el de siempre”, promete. “Orgulloso de ser murciano, orgulloso de ser de El Palmar, orgulloso de ser español”.

De hecho su cita inminente será para luchar con el equipo español de Copa Davis. Y Alcaraz asegura que le “hace ilusión jugarla en casa”. “Vamos a ir a por todas y esperemos jugar al mejor nivel en Valencia para poder clasificarnos para Málaga”.