Bàsquet Girona o Estudiantes acompañarán la próxima temporada al Granada a la Liga ACB después de que ambos equipos superaran holgadamente al Lleida (68-77) y al Palencia (89-62) en la final four de la LEB Oro que se disputa en el pabellón de Fontajau. Empujado por la afición que llenó el recinto hasta la bandera, y a base de martillear a triples al Lleida en el derbi catalán, el Girona ha mostrado suficiente madurez para dar el salto pese a la juventud del club, fundado en 2014 por Marc Gasol, aunque solo hace cinco años que el equipo sénior se estrenara en la Liga EBA.

Superada la semifinal, el problema del Girona reside en que si el pívot, presidente y fundador del club podrá participar el final después de que se marchara cojeando al vestuario tras una mala caída al luchar por un rebote con Rosa, al que cometió falta. Fue desaparecer Gasol y que a los gerundenses empezaran a temblarles las piernas. De tener el partido bajo control a sufrir para ganarlo. El entrenador Jordi Sargatal dio pocas pistas sobre el estado físico del jugador. "Veremos qué puede hacer y qué no puede hacer mañana", dijo al final del choque.

Marcando diferencias

Prometió que volvería a jugar en Girona antes de retirarse y, una vez colocado el punto final a su exitosa carrera en la NBA. cumplió su palabra. Ahora Marc Gasol está a punto de culminar su historia de amor con la ciudad que le vio explotar como jugador hace 14 años devolviéndolo a la ACB, de donde desapareció desde aquel fatídico 2008 cundo se fundió el proyecto Akasvayu.

Gasol, hasta la lesión, ha vuelto a marcar diferencias ante el Lleida, anotando, reboteando e intimidado y, además, el resto de la orquesta ha ejecutado el plan de partido a la perfección. A partir de un brutal acierto en el triple (10 de 19 en el descanso) y con unas prestaciones defensivas excelentes, sobre todo en el primer cuarto (el Lleida llevaba 4 puntos a 3.40 para acabarlo, 4-19), el Girona ha arrasado desde el salto inicial: 22 puntos de diferencia al descanso (31-53) lo acreditaban numéricamente, pero también las sensaciones que transmitían uno y otro equipo. Pero aún no estaba todo dicho definitivamente.

Todo discurría plácidamente para el Girona hasta que a seis minutos para el final del tercer cuarto, Gasol caía en mala postura tras cometer una personal a Rosa y enfilaba el camino hacia los vestuarios cojeando. Fontajau se asustó y reforzó los gritos de ánimo. El Girona vencía de 20 (36-56) y el sufrimiento no radicaba en el partido ante el Lleida, sino en la final ante Estudiantes.

Pau baja al vestuario

No hacía buena pinta la lesión cuando incluso Pau Gasol se marchaba del palco para ir al vestuario a ver a su hermano. En la pista, mientras tanto, el Lleida se había colocado a 14 puntos (44-58) aprovechando los momentos de confusión en el equipo gerundense. Gasol volvió al banquillo cuando terminaba el tercer parcial (48-61), con un parcial de 17-8 para los del Segrià que mantenía vivo el partido.

El Lleida se colocó a 11 (50-61) en el inicio de los últimos 10 minutos con un baloncesto a la carrera. El millar largo de seguidores ilerdenses veían posible la remontada, pero el Girona logró mantener la calma a pesar del evidente cambio de guion que experimentaba el duelo. A cinco minutos del final conservaba la distancia de 12 puntos (55-67) pese a que era un manojo de nervios. Fontajau adoptó entonces el papel de sexto jugador y reforzó la protección de sus jugadores para cerrar el duelo y el billete para la final (68-77), pero temiendo por el estado de su referente Marc Gasol.