«Este viernes», instó Rafa Nadal a los periodistas en alusión a la rueda de prensa que ofrecerá mañana en el Mallorca Country Club de Santa Ponça, donde hablará sobre sus sensaciones por la lesión crónica que padece en el pie izquierdo y en la que, previsiblemente, confirmará su participación en el Grand Slam de Wimbledon. Al menos eso es a lo que invitan a pensar los exigentes entrenamientos a los que se está sometiendo el tenista manacorí durante estos últimos días.
El reciente ganador de Roland Garros asistió ayer puntual a la cita con el Govern en el Consolat de la Mar, donde fue homenajeado por su trayectoria deportiva. Tras ejercitarse en las pistas de hierba natural de la sede del ATP 250 Mallorca Championschips –ayer con el madrileño Martín Landaluce–, el manacorí fue recibido por la presidenta, Francina Armengol, en la sede de la presidencia del ejecutivo autonómico.
Tras el acto, en el que se visionó un vídeo en el que se repasaba su trayectoria deportiva y los discursos, Rafa Nadal fue agasajado con una obra del artista Tomeu Ventayol. La litografía, inspirada en un poema de Miquel Àngel Riera y que escenifica el mar que une a las personas, fue entregado por la presidenta del Govern al tenista manacorí, que dadas las dimensiones de la obra gráfica, no pudo llevarse a casa.
A la salida del Consolat, además de no hablar sobre su lesión o Wimbledon, Nadal también guardó silencio sobre su paternidad, noticia que se desveló horas antes de que el de Manacor acudiera a su homenaje.
