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Tercera RFEF

Miquel Jaume y un gol para el recuerdo

El lateral izquierdo del Poblense es la estrella de la jornada en Tercera al marcar un insólito tanto olímpico con el exterior del pie

Miquel Jaume marca el gol más espectacular del año en Tercera

Miquel Jaume marca el gol más espectacular del año en Tercera Catalina Maria Alorda

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Miquel Jaume marca el gol más espectacular del año en Tercera Miguel Chacártegui

Miquel Jaume (Llubí, 1999) se ha convertido en una celebridad en la Tercera División balear. ¿El motivo? Un gol olímpico –cuando se marca de manera directa tras un saque de esquina– con el exterior del pie como pocas veces se han visto en un campo de fútbol. Un tanto, que significó el 0-3 para su equipo ante el Inter Ibiza, que ni el propio futbolista del Poblense se acababa de creer en declaraciones a Diario de Mallorca. «Mis compañeros me dijeron que ni yo sabía cómo había entrado ese gol y yo les dije que tampoco lo sabía», explica. Las felicitaciones no han dejado de llegarle al móvil.

Sin duda es el mejor gol de su carrera. Normalmente, un gol olímpico se produce porque la rosca hacia dentro del balón supera por alto al portero. Miquel, que está preparando las oposiciones para bombero, apunta que la idea del golpeo, con la pierna izquierda, surgió cuando vio que el portero se interesaba más en atrapar el posible centro que un disparo: «Cinco minutos antes del gol habíamos tenido dos córners a favor y los había sacado de manera normal. Me fijé en que el portero salía mucho. Y en este, cuando coloqué la pelota, vi que no había puesto a ningún compañero en el primer palo y él estaba en la línea del área pequeña, como ya preparado para ir a por el centro. Así que me coloqué un poco más hacia fuera para poder darle más dirección. Le pegué con el empeine exterior y fue para dentro».

Tras firmar por el Poblense hace dos temporadas, se marchó en la campaña en que el equipo logró el ascenso a Segunda B. Regresó para formar parte del conjunto dirigido por Óscar Troya y a mitad de temporada salió rumbo al Platges de Calvià. Este curso ya es uno más a las órdenes de Pep Barceló. «Cuando marqué el gol, me giré hacia el banquillo y vi al míster con las manos en la cabeza, con cara de no saber cómo lo había hecho», recuerda.

No es su primer gol olímpico, pero sin duda el más espectacular. Miquel, que considera que con uno «es suficiente», desgrana la receta para lograrlo: «Es pegarle al balón como si fuera un centro plano para buscar el segundo palo, pero girando el pie para que coja rosca hacia dentro».

«En mi cabeza tenía claro que podía pasar eso. Tuve un poco de chiripa, pero una sensación de estar flipando, de no saber qué había pasado». Como poco, sirvió para certificar la segunda victoria (0-3) en dos partidos para el Poblense. «Nuestro primer objetivo era crear una piña en el vestuario. Que en casa sea muy difícil ganarnos y hacernos fuertes a domicilio. A partir de ahí, sumar los máximos puntos posibles y estar arriba», destaca. Con goles así, todo será más fácil de conseguir.

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