Derrota por la mínima (1-0) y de penalti del Poblense frente al Socuéllamos, que le complica la situación en su lucha por la permanencia en la Segunda RFEF.  

Le costó algo al Poblense adaptarse a las condiciones del terreno -de césped artificial que no presentaba las más óptimas condiciones- y sobre un rectángulo de juego de reducidas dimensiones, que no permitía la práctica de un fútbol vistoso y mucho menos combinativo. 

Balones largos y sin control por parte de ambos equipos marcaron la pauta de la primera media hora del encuentro, con algunas llegadas a las respectivas áreas adversarias sin demasiada sensación de peligro, siendo las más claras las que dispuso el Poblense por mediación de Aitor Pons y Rubén Jurado.

El equipo azulgrana abrirá la segunda vuelta frente al Villarrubia, de nuevo oficiando como visitante

Poco a poco fueron dominando la situación los de Óscar Troya, entrando más en juego los hombres de creación del centro del campo. Thomas, Dani Benítez y Aitor Pons dispusieron de mayor movilidad para acosar la meta local y crear algunas situaciones de gol.

Tras el descanso, el partido, que discurrió bajo la misma tónica de juego espeso y poco vistoso, se decantó en favor de los manchegos en el minuto 59, gracias a un penalti transformado por Megías. Falta máxima señalada por el colegiado en un choque entre Aitor Pons y un delantero local, que pugnaban por un balón aéreo en el área mallorquina.

  Después del tanto en contra, reaccionó pronto Óscar Troya dando entrada a Mateu Ferrer y Raúl Beneït con la intención de reforzar su línea de ataque, arriesgando todavía más con la entrada de Peque Polo y Alberto Fernández en la recta final del encuentro. Pero el Poblense se estrellaba, en sus intentos ofensivos, ante la sólida muralla defensiva levantada por los locales en su propia área.

El entramado abortaba todos los intentos de penetración de un Poblense que buscó el empate hasta el final del partido, al que el árbitro sumó cinco minutos de tiempo añadido por las constantes pérdidas deliberadas de tiempo en que incurrían los locales para conservar el marcador a su favor.

  La derrota obliga al Poblense -ahora a cuatro puntos de la salvación- a afrontar la segunda vuelta de esta fase como si cada partido se tratara de una final, empezando por el que le enfrentará la próxima jornada frente al Villarrubia de nuevo a domicilio.