Un joven, lo que no significa que no preparado, entrenador se atrevió a dirigir al Sóller en Tercera División en 1990. Debutó en esta categoría a los 25 años años con un empate ante el Badia Cala Millor. Lo hizo tan bien que después logró el histórico ascenso a Segunda B con el cuadro solleric. Por aquel entonces bisoño técnico ya lleva más de mil trescientos partidos en su haber, ochocientos en la Tercera División, todo un récord al alcance de pocos, muy pocos. Es Nico López (Palma, 1965), actualmente en el Llosetense y que el pasado sábado en Eivissa frente al PE Sant Jordi (2-2) logró la mágica cifra de 800 duelos en esta categoría nacional.
«Me acuerdo que cuando empecé me dije que me gustaría llegar a los mil partidos disputados como entrenador, pero también pensé que eso sería imposible. Han pasado 30 años y veo que estoy a poco de conseguirlo, unas cinco temporadas más», comenta Nico López, que añade: «No solo es llegar a esta cifra, es todo lo que significa lograrla. He retirado a muchos árbitros y directivos. He visto pasar generaciones de jugadores, he entrenado a padres y luego a sus hijos, como Miquel y Joan Pascual en el Poblense. He ejercitado a futbolistas de los 60, 70, 80, 90 y ahora 2000. No es fácil ya que el fútbol ha cambiado mucho, aunque lo que sigue muy fuerte en mí es la ilusión y pasión que tengo hacia este deporte que me ha dado tanto».
Esta enorme felicidad que siente Nico López, que nunca ha sido expulsado en esta categoría, únicamente está en parte empañada por el «tiempo que le he quitado a mi familia». «Entre entrenamientos y partidos los fines de semana ha sido mucho tiempo sin poder estar con mi mujer y mi hijo. Esto es lo que llevo peor», opina, y destaca, orgulloso: «Mis padres han sido uno de mis seguidores más fieles y siempre que han podido han venido a verme, por lo que les estoy muy agradecido».
Si llegar a 800 partidos no es fácil, menos lo es hacerlo en solo seis clubes, el Sóller, Atlético Baleares, Montuïri, Llosetense, Constancia y Poblense. «No es fácil llegar tan lejos y menos hacerlo con tan pocos equipos. Creo que Jaume Mut, Tomeu Pons y Pep Barceló, entre otros, han disputado también muchos partidos pero están lejos de mí», afirma.
En cuanto a qué jugador le ha marcado más en todo este tiempo, López se queda con dos: Andreu Llistó y Toni Hurtado. «Eran muy espabilados y listos dentro y fuera del terreno de juego. Creo que se merecieron tener más fortuna en el fútbol y llegar más lejos de lo que lo hicieron», apunta el veterano técnico.
El momento más gratificante para él han sido los ascensos, «especialmente y por las circunstancias con el Sóller a Segunda B». «¿Los peores momentos? No sabría decirlos, las derrotas. No me gusta perder y mis jugadores lo saben», concluye.
