Es la temporada más atípica que se recuerda sobre la arena de París: las pistas amanecen con tiempo otoñal, en lugar de los tradicionales indicios de verano propios de Roland Garros, y prácticamente vacías. Aunque ya no se oyen los ya usuales "vamos, Rafa" en las gradas, el mallorquín sigue partiendo como gran favorito en su torneo estrella. Y de momento ha hecho honor a ese rol. El de Manacor no ha dado opción a sus rivales en las primeras rondas en este Grand Slam y con esa confianza llega a cuartos de final para enfrentarse a una de las promesas con más futuro del circuito: Jannik Sinner. Será alrededor de media tarde, cuando llegue su turno en la pista central.

Aunque Nadal no ha cruzado su raqueta con ningún rival que permita medir su auténtico estado, el juego que ha mostrado permite soñar con un nuevo triungo en la Philippe Chatrier. De sus 15 participaciones ha mordido el trofeo en 12 ocasiones. De momento, Nadal jugará por cuadragésima segunda vez unos cuartos de final de un Grand Slam, con lo que supera al estadounidense Jummy Connors y está a cinco del serbio Novak Djokovic y a 15 de Federer, el gran ausente en esta edición.

Además, este en un día más especial aún para Rafa Nadal, que hacía unos días subía un vídeo a su cuenta de Instagram con la que por méritos propios se ha convertido en una de las ciudades que mejores recuerdos le trae en su carrera profesional: París. La ciudad de la luz verá en esta ronda el partido número 100 del mallorquín, que sueña con sumar en total de 98 victorias.

Sinner, la promesa que sueña con vencer al campeón

El rival de Nadal es un claro ejemplo de deportista nato. A los 13 años, Jannik Sinner se había convertido en uno de los más prometedores esquiadores de Italia. Seis años más tarde, convertido en el más joven tenista del top100, el jugador de gesto aniñado se medirá por un puesto en las semifinales de Roland Garros.

En poco tiempo, el jugador se ha convertido en la más seria promesa del tenis de su país, que tras unos años de sequía, regresa con fuerza y nombres importantes en el circuito, tanto en el masculino como en el femenino. En solo una temporada, Sinner dio un salto de 500 puestos en el ránking. El suizo Roger Federer, el más veterano, su ídolo, tenía 20 años cuando él nació.