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Messi guía al Barça hasta Lisboa

? El argentino, con sus dos goles, mete a los azulgranas en cuartos de final y jugarán ante el Bayern en la capital portuguesa

n El Barça más práctico y con más puntería del curso no dio opciones al Nápoles, al que ganó por 3-1 y se clasificó para los cuartos de final de la Champions, ronda en la que le espera el Bayern de Múnich. Messi guio al equipo y el mallorquín Monchu gozó de su oportunidad en los minutos finales.

Fue un partido atípico. Los azulgrana fueron efectivos, pero no lucieron. Supieron jugar sus cartas y anotaron dos goles en las primeras aproximaciones al área de Ospina, con lo que cimentaron su clasificación.

El Nápoles dominó la situación en los primeros diez minutos, cuando su posesión fue del 80%. En el minuto 2, una indecisión de Piqué permitió a Mertens un remate cercano que acabó en el palo izquierdo de la meta de Ter Stegen. Se encendieron todas las alarmas.

Pero el Barça de las dudas, frágil y sin pegada en la recta final de la Liga, supo gestionar bien el partido y se transformó. Ante la falta de creatividad, jugó más en transiciones y aprovechó las jugadas a balón parado. En el primer remate sobre la meta de Ospina, a la salida de un saque de esquina, Lenglet se deshizo de Demme y marcó el 1-0 en el minuto 10.

En el segundo remate a puerta, llegó el 2-0 para los azulgrana. Messi, en una acción en la que a trompicones se llevó el balón entre cuatro rivales y remató cayendo a la red en el minuto 23. Siete minutos después, los de Setién podían haber certificado el pase a la fase final. Después de una gran acción colectiva, Messi controló y batió a Ospina, tras un excelente centro de De Jong. El árbitro, previa consulta con el VAR, anuló el 3-0 por mano del diez del conjunto azulgrana.

El VAR tuvo que volver a intervenir en una acción de Koulibaly sobre Messi dentro del área. El argentino se adelantó a la acción del defensa, que golpeó el tobillo del delantero. Luis Suárez transformó el 3-0 en el descuento. Otro penalti, esta vez de Rakitic a Mertens, permitió a Insigne anotar el 3-1 en el minuto 49 y darle vida al equipo napolitano.

En la segunda mitad, el Barça jugó a que no pasara nada y lo consiguió. Mantuvo el balón, no arriesgó y jugó con cabeza. Frenkie de Jong interpretó perfectamente el partido, jugando al espacio y al primer toque.

Messi, agotado y dolorido por el golpe sufrido en el primer tiempo, fue el fiel reflejo del esfuerzo de los azulgrana, que estarán en la fase final de Lisboa, que concentrará los siete partidos restantes del 12 al 23 de agosto. Los cuartos ante el poderoso Bayern se jugará el próximo viernes 14 en la capital portuguesa.

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