Dominic Thiem será el rival de Rafael Nadal, el domingo a partir de las 15 horas (Eurosport) al derrotar en una maratoniana semifinal al serbio Novak Djokovic en cinco sets (6/2, 3/6, 7/5, 5/7 y 7/5) en cuatro horas y trece minutos. Thiem y Nadal reeditarán de esta manera la final disputada el año pasado, en la que el mallorquín se impuso en tres sets (6/4, 6/3, 6/2).

La pregunta ahora es saber cómo puede afectar a Thiem el descomunal esfuerzo que ha tenido que hacer para eliminar al número uno en un partido que empezó el viernes al filo de las cuatro de la tarde y ha acabado 24 horas después.

El partido entre Djokovic y Thiem ha sido eléctrico, un duelo de tú a tú que se llevaría el que mejor estuviera mentalmente. Tras interrumpirse el viernes el partido por la lluvia con empate a un set y 3-1 para el austriaco con break a favor, los dos entraron a la pista dispuestos a afrontar una gran batalla para plantarse en la gran final ante Nadal.

De inmediato Djokovic equilibró el set y el partido al romper el servicio de su rival en el séptimo juego. Pero en el duodécimo, Thiem le devolvió la moneda para apuntarse el tercer set y ponerse con ventaja. La derecha del centroeuropeo funcionaba a las mil maravillas, con pelotas muy profundas, que hacían mucho daño a Djokovic.

El balcánico no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Y en el tercer juego del cuarto set rompió el servicio de Thiem, que equilibró este en el octavo. Hasta que, con 6-5 para Djokovic, Thiem cometió una doble falta que le costaría el set. Equilibrio máximo. Buenas noticias para Nadal. Los dos jugadores se estaban dando una tunda considerable. Habría un quinto set.

Y en el quinto, con los dos jugadores con los nervios a flor de piel, ha habido subidas y bajadas. De superar una pelota de break en el tercer juego, en el cuarto, Thiem ha roto el servicio de su rival para ponerse 3-1, que ampliaría a 4-1 conservando su servicio. Djokovic estaba tocado y casi hundido. Con 40 iguales y saque del serbio, los jugadores se fueron a los vestuarios con la aparición de la lluvia. De nuevo se interrumpió el partido durante más de una hora. Thiem acariciaba la final y el parón le perjudicó. Djokovic conservó su servicio y le rompió para ponerse 4-3. El final fue dramático. Rompió el austriaco el saque de su rival para ponerse 5-3 y saque, con el que dispuso de dos pelotas de partido que tiró de forma lamentable. Le entró vértigo. En un visto y no visto, empate a cinco. Thiem ha demostrado su fuerza mental y ha ganado su servicio en blanco y, a la tercera pelota de partido, ha vuelto a romper el servicio de Djokovic para apuntarse su segunda final en París. De nuevo ante Nadal. Apasionante.