El Palma Futsal jugará el playoff por sexta ocasión en su historia, quinta de forma consecutiva, lo que consagra al club balear como uno de los mejores de la Primera División. Y se aseguró el pase tras vencer al Levante en un partido brillante que los de Vadillo dominaron de principio a fin y en el que ganaron por 6-0.

Festival ofensivo y defensivo de los isleños en uno de los partidos más completos de la temporada en todas las facetas y que reafirma el buen momento de forma que atraviesa el Palma Futsal. Y eso que los palos evitaron varios goles más. Hasta en seis ocasiones.

El Palma Futsal salió a la pista con la idea clara de juego y con la mentalidad de ir a por el partido desde el primer segundo. Era un encuentro clave para aspirar a ser uno de los cabezas de serie y los isleños reafirmaron su gran momento de forma ante un rival incómodo y que se vio superado por el rigor táctico y la intensidad del juego balear. Cuando el Palma Futsal activa su mejor versión es un equipo que puede ganar a cualquiera y quedó demostrado otra vez. El gusto por el balón, las transiciones y elaborar las acciones desde atrás funcionó como modelo hacia la victoria. Si le sumamos el rigor defensivo y la calidad individual de la amplia nómina de talento que tiene en su plantilla esta temporada da como resultado un espectáculo como el vivido en Son Moix. Eloy Rojas, que atraviesa su mejor momento de la temporada, marcó el primero en un lanzamiento de falta directa que sorprendió a Raúl Jiménez. Diego Quintela amplió la ventaja tras una buena triangulación que acabó con una magnífica asistencia de Bruno Taffy que el gallego solo tuvo que empujar a puerta vacía.

El Palma encontró la efectividad que a veces se le resiste y marcó la diferencia en el marcador desde el inicio. El Levante tenía alguna ocasión a cuentagotas cuando conseguía liberarse del asedio local, como la de Pedro Toro, que se fue fuera. Los palos se aliaron tanto con los visitantes en la reanudación que para marcar el tercer tanto los de Vadillo tuvieron que rematar tres veces en una misma acción en la que los palos escupieron el lanzamiento de Joao y el rechace de Paradynski antes de que el último marcase.

Los baleares defendieron el resultado con el balón y con la posesión y con un ritmo de juego muy elevado. Joao, Lolo y Joao, otra vez, certificaron la fiesta ante las tres mil personas que vibraron en el Palau de Son Moix.