Rafel Nadal inició ayer en las pistas de hierba natural del Mallorca Open WTA la cuenta atrás para su participación en el torneo de Wimbledon, el grande de hierba que se disputa en Londres y que se disputa entre el 2 y el 15 de julio. Durante una hora y media, ante decenas de aficionados y bajo un intenso calor, Nadal tomó contacto con la hierba ayudado por su entrenador, Carlos Moyá, y su fisio Rafa Maymó.

La rutina seguida en la pista por el número dos del mundo y reciente vencedor del torneo de Roland Garros fue muy exigente, con prolongados peloteos desde el fondo de la pista, golpes de derecha, de revés y saques. Moyá le exigió a fondo, y dejó constancia de la variedad de recursos que le llevaron a ser el número uno durante dos semanas de marzo en 1999.

Nadal solo se permitió un respiro durante la intensa sesión de entrenamiento y lo hizo para responder de forma breve a una llamada a su teléfono móvil. Al finalizar la práctica el tenista mallorquín firmó autógrafos y se fotografió con varios de los asistentes a la segunda jornada del Mallorca Open, que se disputa en el Club de Tenis de Santa Ponça, y cuyo director es su tío y ex entrenador Toni Nadal.

Miembros de la organización del torneo informaron que Nadal tiene previsto ejercitarse durante toda la semana, que coincidirá con el desarrollo de los partidos del Mallorca Open. El sábado, añadieron, comparecerá en rueda de prensa para explicar sus sensaciones en los días previos a Wimbledon.

Nadal, campeón en Wimbledon en 2008 y 2010, y finalista otras tres veces, acude al All England Tennis Club tras renunciar al torneo de Queen's, que le hubiera servido de preparación para la gran cita del año sobre hierba. Pero el manacorí ha preferido prepararse en Mallorca tras el gran desgaste que le ha supuesto la conquista de su undécimo título en Roland Garros. Nadal afronta el torneo de Wimbledon con aspiraciones de llegar lejos, pese a que es consciente de que se siente más vulnerable en una superficie propicia para los sacadores. El año pasado cayó en octavos de final ante el luxemburgués Gilles Muller, que le derrotó en cinco sets tras exhibirse con el servicio.