Un visto y no visto. El partido de cuartos de final entre Rafel Nadal y Pablo Carreño duró apenas 50 minutos al verse obligado el asturiano a retirarse por un problema en el músculo abdominal izquierdo. El marcador en el momento del abandono era de un set a cero para Nadal (6-2) y 2-0 en el segundo parcial. Con un smash de Carreño que se fue fuera, acompañado de un grito, no se sabe si de dolor o de impotencia, el asturiano decidió retirarse porque no tenía ningún sentido prolongar la agonía.

Pintaba ya el asunto muy mal cuando, al finalizar el primer set, Carreño pidió la asistencia de un fisio de la organización. Se tumbó sobre la tierra húmeda de la central y, a los pocos segundos, se fue a los vestuarios a ser atendido. Once minutos estuvo parado el partido. Mientras, Nadal no sabía qué hacer. Se sentó, miró de reojo el otro partido de cuartos que se disputaba en la Lenglen entre Djokovic y Thiem, del que saldrá su rival en semifinales, y se dispuso a practicar el servicio entre las risas y el buen humor de los aficionados, escasos para unos cuartos de Roland Garros. Sin duda, la hora, once de la mañana, fue un contratiempo insuperable.

El primer set, o sea, el partido, tuvo muy poca historia. Carreño sufría con su servicio, hasta el punto de que no lo ganó en todo el parcial. El único momento de atisbo de reacción del asturiano, de 25 años, fue cuando rompió el saque de su ilustre rival en el tercer juego. Pero Nadal puso las cosas en su sitio en los tres siguientes para colocarse 5-1. Excesivamente relajado, Nadal perdió su servicio en blanco. Fue después cuando Carreño se rompió. Con su servicio, finalizó el set con dos dobles faltas. En el segundo saque de esta segunda doble falta fue cuando decidió arrojar la toalla, pese a que diera opción a que comenzara el segundo set.

Nadal se planta en semifinales con menos de siete horas en la pista y solo 22 juegos cedidos -hasta ahora su récord, y seguramente del torneo, era en 2008 cuando llegó a la penúltima ronda con 25 juegos cedidos-, a priori una ventaja porque llega con menos desgaste que nunca.Pero habrá que verle en partidos exigentes, como seguro que será el de semifinales. En estos momentos se disputa el Thiem-Djokovic con victoria parcial del primero por un set a cero.