Robert Sarver, propietario del Real Mallorca, pudo comprobar ayer en persona el desastre en que se ha convertido este equipo que acabará el año 2016, el del centenario de la institución, en posición de descenso, a tres puntos de los puestos de salvación. El norteamericano no debe explicarse bien qué es lo que está pasando con su inversión, que cada vez tiene menos valor si este equipo acaba en Segunda B, algo que empezamos a pensar que no es descabellado. Son ya cuatro los partidos consecutivos en los que el Mallorca encadena una derrota, lo que ha provocado un cambio en la dirección técnica del equipo. Me imagino que Molango debió informar que era necesario relevar a Fernando Vázquez y que la mejor solución era apostar por Javier Olaizola, un técnico de la casa, que con un discurso de apuesta por la testosterona, la casta y la lucha iba a enderezar la situación.
peor que con vázquez. La realidad es que el cambio de técnico no ha servido para nada y puede que no todas las culpas tengan que apuntar hasta el inquilino del banquillo, porque la actitud de los jugadores en el partido de ayer resultó penosa desde el minuto 1. El Numancia, que estaba solo un punto por encima del Mallorca, parecía el Real Madrid. Salió decididamente a por la victoria, mientras que los hombres de Olaizola asemejaban estar casi en un entrenamiento. No cabía ni siquiera el recurso de que el árbitro perjudicó al Mallorca, pues el tanto de Juan Rodríguez que igualó momentáneamente el partido vino precedido de un fuera de juego que no fue pitado. Después, en otra falta de concentración, y antes de que los equipos se fueran al vestuario llegaría un nuevo gol que pondría nuevamente en desventaja a los ayer blancos. Solo nos quedaba tener que soportar las irracionales quejas de los hombres de Olaizola que acabarían con la autoexpulsión de Brandon, algo que merece una sanción del club, por el grave perjuicio que provocó al equipo, que se quedó sin capacidad alguna de reacción al tener que jugar con diez toda la segunda parte.
Qué pasa en este club. El episodio del cambio de entrenador y la elección del sustituto de Vázquez nos hace pensar también por qué no arranca este Mallorca en Segunda, por más entrenadores que pasen por Son Moix. El hecho de que algunos posibles inquilinos del banquillo, como Rubí, desdeñaran una oferta del Mallorca, y parece que no por la oferta económica sino por las dudas sobre el proyecto, elevan las alarmas. Queda tiempo más que suficiente para reaccionar y el periodo de descanso navideño que se abre ha de servir para que más de uno trabaje de lo lindo para enderezar el proyecto y ello pasa normalmente por conseguir reforzar esta plantilla y quitarse de encima algunos lastres que han hundido a este equipo.
Nadal incorpora a un campeón. Magnífica noticia en el ámbito del tenis es el fichaje de Carlos Moyà por el equipo de Rafel Nadal. El manacorí, que ya contaba con su tío Toni y Francis Roig, tendrá la ayuda de un ganador de Roland Garros que acaba de demostrar su buen trabajo con el canadiense Milos Raonic al que ha llevado al número 3 de la ATP tras mejorar importantes detalles de su juego. La buena sintonía entre Carlos y Rafel ha sido una tónica a lo largo de estos años y cualquier aportación que pueda hacer solo mejorará el tenis de un Nadal que ha perdido su puesto entre los 8 primeros del tenis mundial, pero al que le quedan todavía muchas cosas que ganar. Además, Moyà podrá transmitir sus conocimientos a una generación de tenistas a través de su trabajo en la Academia, que debe ser vivero de nuevas figuras de la raqueta.
