Rafel Nadal, séptimo del mundo, avanzó hasta octavos de final en el torneo de Roma tras vencer al estadounidense John Isner, en el puesto 17 del ránking ATP, por 6-4, 6-4. El partido, de 1 hora y 19 minutos, era el sexto con el estadounidense, al que el mallorquín había vencido en las cinco ocasiones en las que se han visto las caras. El tenista de Manacor se enfrentará hoy en cuartos al suizo Stanislas Wawrinka, octavo favorito, que se impuso por 7/5 y 6/4 al austríaco Dominic Thiem.

Nadal llegó a Roma tras haber sido derrotado en la final del torneo de Madrid por el británico Andy Murray, que ayer se retiró por cansancio tras ganar de forma c0nsecutiva los torneos de Munich y Madrid.

Nadal dijo haber hecho un partido "casi perfecto" contra Isner. "Soy consciente de que he estado muy sólido, de que he hecho un partido casi perfecto", sentenció Nadal en rueda de prensa. Y prosiguió: "He hecho prácticamente todo bien. He estado sólido en mi servicio", algo "difícil" porque "jugar contra Isner es un reto muy complicado". El mallorquín dijo haber aprovechado "todo lo que tenía que aprovechar" y haber fallado "muy poco de revés".

"Ayer (por el miércoles) pegué bien al revés y contra Isner le he pegado mejor. Es importante para mí poder cambiar direcciones con mi revés y con el drive he conseguido hacer cosas muy buenas", destacó Nadal, quien se mostró "muy contento por ello". "He podido cambiar de direcciones, que en Madrid es lo que hice peor", celebró de su sexto encuentro con el estadounidense, al que el mallorquín había vencido en las cinco ocasiones en las que se habían visto las caras.

"Parece que cada vez tengo más días buenos que malos", dijo tras repasar que en sus últimos 17 partidos, "once fueron muy buenos, dos malos y cinco más buenos que malos". "Acepto los retos siempre con motivación", dijo Nadal, quien afirmó estar "contento y luchando por cada tanto" para "volver a jugar al mejor nivel".

A pesar de mostrar la satisfacción, el de Manacor afirmó mantener "la máxima humildad para saber que cualquier cosa puede pasar" y esperó "estar preparado" para el partido de hoy ante Wawrinka, octavo favorito.

Nadal recordó que en este mismo torneo el año pasado se fue "con una sensación muy positiva" a pesar de haber perdido en la final contra el serbio Novak Djokovic. Esa final, dijo, le ayudó mucho y "fue decisiva para tener opciones reales en Roland Garros", por lo que sostuvo que "esta semana (en Roma) va a ser muy importante", sabiendo que está "jugando bien" y sintiendo "sensaciones que hacía tiempo que no encontraba".

Nadal y Wawrinka es la primera vez que se verán las caras desde la final del Abierto de Australia, en enero del año pasado, en la que el suizo conquistó lo que hasta ahora es su único título grande ante un rival que jugó mermado en sus facultades físicas, con dolores en la espalda que se produjo en el peloteo.