Cuando el aficionado asiste a Son Moix o se dispone a sentarse en el sofá de su casa para ver un partido del Real Mallorca no tiene ni idea de lo que se va a encontrar. La irregularidad es la tónica predominante del equipo de Laudrup en esta primeras once jornadas de Liga. La situación en la clasificación es cómoda, por lo que no hay motivos para la alarma, de momento, pero los rojillos son capaces de maravillar en Mestalla (1-2), de caer en Son Moix ante el Espanyol (0-1) o de mostrar una versión muy gris ayer frente al Deportivo (0-0).

El Mallorca necesitaba los tres puntos ante los gallegos para dejar atrás la dolorosa derrota en La Romareda de la pasada jornada (2-3). Se podría llegar a pensar que ser remontados en los diez minutos finales en un partido que ya estaba ganado es un golpe demasiado duro y que quizá es complicado recuperarse, pero es que el pasado jueves este mismo grupo ofreció una muy buena cara en Gijón. El partido de Copa en El Molinón dejó ver a un equipo descarado y que finiquitó la eliminatoria a las primeras de cambio (2-2). No obstante, ayer lo intentaron, pero se estrellaron una y otra vez en el autobús del Dépor. No hubo manera. Todo lo contrario que en los choques ante Osasuna (2-0) y Real Sociedad (2-0), que se vencieron con cierta solvencia.

Sin embargo, este Mallorca de las mil caras ha trascendido a nivel nacional por dar la cara ante los grandes. O por partírsela. Porque sacar un punto del Camp Nou ante un Barcelona con los Messi, Iniesta y compañía (1-1) o resistir ante todo un Real Madrid de Cristiano Ronaldo en el estreno en el banquillo de José Mourinho tiene mucho mérito (0-0). Y en Valencia se llevó la victoria para sorpresa de muchos con un fútbol aguerrido y sacrificado. Resultados como estos han dado grandes momentos al mallorquinismo en este inicio de curso, pero los mismos jugadores también han decepcionado. Cosas del fútbol. Como las claras derrotas en Gijón en Liga (2-0) o en Bilbao (3-0). Ahí no tuvieron opciones de ninguna manera y regresaron a la isla con los brazos cruzados. Pero también en el Iberostar Estadi hay partidos para olvidar. Como el jugado ante el Espanyol hace cuatro jornadas. Los catalanes sumaron su primer triunfo lejos de Cornellà–El Prat precisamente aquí, contra un Mallorca muy espeso (0-1). Como ayer ante el Dépor. El próximo domingo llega el partido del morbo ante el Sevilla de Manzano. Otra incógnita.