En el derbi por excelencia del fútbol palmesano, el Atlético Baleares goleó sin pretextos a un Mallorca B que se mostró apático, desmembrado y que, en ningún momento, dio síntomas de querer enderezar la pobre imagen que estaban dando sobre el césped del Estadio Balear.

La otra cara fue la del conjunto de Gustavo Siviero, que al notable juego de la primera mitad, hay que añadir la sobresaliente actuación del delantero Peter, que recordó al de su época juvenil, en la que encontraba puerta tan sólo pisar terreno visitante.

Ayer fue el que con sus dos excelentes goles puso la tranquilidad necesaria en el partido. Y si en el primer tiempo se batió con los defensas visitantes, en la segunda mitad acabó en línea de cobertura, defendiendo el resultado.

Fue Peter el más destacado de un Atlético Baleares en el que el resto de sus compañeros rozaron la buena nota porque ayer a base de intensidad y fortaleza en su juego, tan sólo dejaron el protagonismo a los filiales en el cuarto de hora inicial, en el que los mallorquinistas pisaron con reiteración el área local pero sin dar signos para inquietar a Fernando.

Así y todo el nigeriano, ayer goleador, ya dio el primer aviso en el minuto 10 en una entrada por la banda izquierda que desbarató Yeray.

Y comenzó la función para los blanquiazules. Primero en un saque de falta bien ejecutado por Coco, desviado por un defensor mallorquinista y el balón le llegó a Ernesto que, de disparo raso, conseguía inaugurar el marcador.

Sin tiempo para reaccionar los de Jaume Bauçà y con el empuje de los hombres de Siviero en busca de resolver el partido, un buen pase de Ernesto a Peter hizo que éste le ganase ventaja a su marcador y por toda la escuadra entró su disparo que hacía subir el segundo gol en el casillero blanquiazul.

Lo vieron tan fácil los de casa, que quisieron más. Desencajado el equipo contrario, perdedores en el cuerpo a cuerpo, aparecieron tantos espacios de cara a la portería contraria que por uno de ellos, de nuevo el nigeriano, se fue hacia la meta filial y conseguía batirle en lo que representaba prácticamente dejar sentenciado el partido.

En el segundo tiempo y con el marcador tan a su favor, Siviero apostó por unir líneas en defensa y tratar de buscar ocasiones al contragolpe. Llegaron con tanta facilidad que a nueve minutos de la reanudación se escapó por la banda derecha el argentino Savoia y con un tiro raso batió a Yeray.

A partir del cuatro a cero en contra y con los cambios que realizó Bauçà, el Mallorca B quiso reaccionar, entró en campo blanquiazul, pero las ordenadas líneas defensivas que colocó Siviero no dejaron ver puerta a los jóvenes mallorquinistas que tuvieron su primera ocasión clara de gol en tiempo de descuento cuando a portería vacía Grasa mandó el balón a las gradas.