El Mallorca puede resolver esta semana la temporada. En tan sólo tres días los rojillos disputarán dos encuentros que pueden garantizar, aunque no matemáticamente, que el curso que viene seguirán militando en Primera División. El primero será este jueves a partir de las 22 horas en Son Moix ante el Valladolid, mientras que el segundo será el domingo a las 17 horas en Huelva.

El empate cosechado en Málaga ha servido en bandeja la salvación porque tan sólo se encuentran a seis puntos de los 42, la cifra que se considera mágica para la permanencia. Y lo mejor es que estos dos encuentros pilla a los de Manzano en el mejor momento de la temporada. La segunda vuelta que está cuajando el conjunto bermellón -ha logrado 22 puntos- es para enmarcar. Sólo dos derrotas en doce partidos le han hecho sacar la cabeza respecto a los puestos de descenso tras un primer tramo para olvidar -14 puntos en diecinueve partidos-. No se puede desaprovechar todo el trabajo que se ha hecho para llegar hasta aquí. No se puede morir en la orilla tras haber sufrido lo indecible para nadar a contracorriente.

La situación ahora es de privilegio porque el Mallorca depende de sí mismo. Y eso a estas alturas de temporada es para felicitarse. Por eso no se puede fallar, sobre todo porque el encuentro es en casa. El Valladolid no da miedo. Ni mucho menos. Los pucelanos acumulan 40 puntos en el saco, por lo que la salvación todavía no es segura. No obstante, los pupilos de Mendilibar jamás han tenido problemas durante esta temporada, por lo que tampoco tienen una necesidad imperiosa de sorprender a los bermellones. Incluso en el Nuevo Zorrilla se llegó a pensar en la UEFA, pero después la realidad les puso en su sitio. De todas formas los isleños no se arrugan ante nadie. Ya lo demostraron el sábado ante un Málaga que lucha por meterse en Europa.

De ahí que no se pueda permitir el lujo de dejar escapar los tres puntos. El balance en el Ono Estadi es extraordinario porque todos los duelos se han contado por victorias, a excepción del Deportivo (1-1) y Betis (3-3).

Y si el Mallorca hace los deberes, el partido en el Nuevo Colombino puede tener un doble valor. El más importante es el de obtener una victoria que zanjaría las dudas por la permanencia, al menos en teoría. Y arrancar un triunfo de tierras onubenses dejaría muy tocado a un Recreativo que no tiene margen. Ahora ocupa los puestos de descenso y su paso por el Everest le ha dejado muy tocado. Además, los baleares también están finos a domicilio. Hay que hacer el esfuerzo, quizá el último.