El recuerdo de una escalofriante acción que dio la vuelta al mundo

Han pasado casi ocho meses de aquel fatídico codazo de Javi Navarro a Arango en el Mallorca-Sevilla de la pasada campaña. Esa acción protagonizada por ambos, que acabó con el futbolista sudamericano en la Policlínica Miramar tras sufrir un traumatismo craneoencefálico, dio la vuelta al mundo.

Era el minuto cuarenta y tres del partido que acabaron ganando los andaluces por cero a uno y que se disputó el 20 de marzo del presente año. Las imágenes de ese golpe, por la que Pino Zamorano sólo le mostró a Navarro la tarjeta amarilla, son espeluznantes y las consecuencias estuvieron a punto de ser funestas. El jugador venezolano, que estuvo un día ingresado en la UCI, tuvo que guardar reposo entre 30 y 40 días para que cicatrizaran las graves heridas sufridas, ya que ingresó con un fuerte traumatismo y con una fractura del malar. Además, sufrió convulsiones y una parada cardiaca que estuvo a punto de costarle la vida. El central del Sevilla se defendió de los que le acusaban de su brutalidad en su juego y en esa acción en particular. "Estoy muy tranquilo porque sólo fui a protegerme", señaló dos días después del partido.

En ese momento se inició una batalla mediática y dialéctica entre el conjunto isleño y el andaluz sobre el número de partidos de sanción que debía cumplir Navarro. Las dudas se despejaron el 5 de abril ya que ese día se conoció que el Comité de Competición castigó al defensa con cinco partidos.

Por su parte, el centrocampista reapareció el 1 de mayo frente al Espanyol y marcó un gol en la victoria ante los catalanes en Son Moix. Ese fue un paso importante para la salvación rojilla y, sobre todo, para la vida de Arango.