El presidente y máximo accionista del Real Mallorca, Vicenç Grande, confesó sentirse avergonzado por la goleada encajada por su equipo ayer en Alcoy. "Me siento avergonzado. Estoy triste y herido. Me preocupa mucho el daño que estamos haciendo a la afición. No sé que les podré decir los próximos días a los peñistas con los que me voy a encontrar", admitió abiertamente un Grande decepcionado y tocado con la humillante eliminación de su Mallorca de la Copa.

"No me gusta perder nunca y mucho menos de esta forma. Estoy avergonzado conmigo mismo. Durante el partido me he emocionado al ver como la afición de Alcoy celebraba su triunfo, pero al mismo tiempo me avergonzaba de nuestro mal partido", precisaba el presidente bermellón.

De la misma forma, Vicenç Grande lanzó una promesa para despertar los heridos ánimos de la afición mallorquinista y para ello manifestó: "Prometo que nos vamos a levantar".

Igualmente, el principal propietario del Real Mallorca ratificó su confianza absoluta en el entrenador de su primer equipo, Héctor Raúl Cúper. "Creo en la plantilla del Mallorca y en el entrenador. Ya dije en su día que Cúper es un dios para mí y lo sigue siendo", precisó Grande, al tiempo que se negaba a contestar una pregunta referente a la continuidad del argentino al frente del conjunto rojillo.

"Cúper vete ya"

Mientras Vicenç Grande ratificaba la continuidad y su fe ciega en Cúper, en la zona exterior del estadio del Alcoyano la afición local -como hizo durante muchos minutos del partido- entonaba cánticos en los que se incluía: "Cúper vete ya".

Sobre el futuro inminente del equipo, el presidente mallorquín explicó que "en las próximas semanas debe afrontar tres partidos a vida o muerte", al tiempo que imponía puntuar el próximo domingo frente al Villarreal, en el siempre difícil El Madrigal.