La cara de Héctor Raúl Cúper era un poema. El técnico argentino afrontó bajo el peso de la derrota su comparecencia ante los medios de comunicación posterior a la clamorosa derrota del Real Mallorca y su eliminación de la Copa del Rey ante un equipo dos categorías inferior, como el Alcoyano.

"Hemos sido humillados". Con esa frase abrió Cúper su valoración sobre el desastre copero del Mallorca. "El Alcoyano nos ha superado en todos los aspectos del juego y especialmente por actitud. Esto es un fracaso absoluto", admitió abiertamente el técnico argentino sobre la dolorosa derrota encajada.

La precisión y gran capacidad de definición del Alcoyano en las jugadas a balón parado fue el factor que Cúper considero que desequilibro el partido. Un choque fatal para los intereses de un equipo que a las primeras de cambio ha quedado fuera de una competición que lo consagró hace tres temporadas y que en estos momentos -uno de los peores de su historia reciente- es el colista de Primera División.

Cúper no buscó excusas. "No hemos hecho casi nada. Incluso nos podían haber marcado más goles. Hemos mostrado falta de atención. Nos hemos equivocado mucho. La derrota es totalmente justa y me duele porque tenía ilusiones en la Copa del Rey, es una competición que me gusta", lamentó.

El técnico defendió su alineación inicial, asegurando que "era un equipo de titulares", al tiempo que admitió que la entrada en el terreno de juego de Yordi revitalizó por momentos las pulsaciones de su conjunto.

"Hemos dado muy mala imagen y nos hemos comportado como un equipo humillado", reconocía Cúper al tiempo que admitía estar viviendo "una situación muy complicada": "Esta derrota no es fruto de un mal día. Obedece a que la cosa está muy complicada y a que el equipo no funciona. Estamos con la moral caída Muy baja."

Sobre su futuro, el argentino aseguró sentirse fuerte. "Estoy fuerte y convencido de que vamos a salir adelante", explicó Cúper.

Tras la derrota en Alcoy, los jugadores del Mallorca también se mostraron superados por la derrota. Miguel Angel Moyá exigió "dar la cara", mientras Maciel aseguraba: "Se trata de una derrota muy dura, por todo, y exageradamente abultada, por encajarla ante un rival inferior".

Alejandro Campano, por su parte, recordó que se trataba de "un compromiso importante" y que contrariamente a la lógica lo que deja es "un fracaso". "Ahora hay que tirar del carro", defendió.