Oblicuidad

Diez películas básicas de Marlon Brando

Brando contra Jack Nicholson en ‘Missouri’.

Brando contra Jack Nicholson en ‘Missouri’. / DM

Matías Vallés

Matías Vallés

Marlon Brando atrapa con tal fuerza al espectador que el resto de la película se arriesga a desaparecer. En el centenario del gran farfullador, porque el Método impartido por Lee Strasberg imponía este discurso confuso, es un placer recomendar diez películas básicas para disfrutarlo. Aunque hay más, con Brando siempre hay más:

10. La casa de té de la luna de agosto. La prueba de que no conviene tomarse al actor en serio, Brando no lo haría jamás. En su caricatura del japonés Sakini que invierte la sumisión al invasor Glenn Ford, el apropiador cultural remite a El admirable Crichton de J.M. Barrie, que llevaron al teatro Edward Fox (Brando) y Rex Harrison (Ford).

9. Reflejos de un ojo dorado. Para desafiar a quienes no la han incluido ni entre las treinta mejores. Brando no interpreta al comandante Weldon Penderton, que descubre su homosexualidad junto a Elizabeth Taylor, sino a Montgomery Clift al que sustituyó. Su ambivalencia frente al sexo venía de antiguo, aquí se enfrentó al desmoronamiento de su cuerpo.

8. Julio César. El magnicidio mejor interpretado de la historia, con John Gielgud y James Mason de apuñaladores. El bello Brando no es víctima, sino el complotista Marco Antonio. Esta película figura en todos los homenajes al mito, nunca en un lugar tan retrasado como aquí.

7. La condesa de Hong Kong. Por ver a Brando junto a la defectora Sophia Loren, pero sobre todo a las órdenes del meticuloso Charles Chaplin, el sobreactuado dirige al sobresaliente.

6. Apocalypsis Now. Repite, condensa y perfecciona su papel en El padrino, que por supuesto no figura en esta lista, perpetuándose a través de Kurtz como Deus ex Machina del cine contemporáneo. Brando es Supergod.

5. Rebelión a bordo. Sella la fascinación de Brando por la Polinesia, otra vez rebelde por cualquier causa en la Bounty. El resultado es solar, enigmático y magnético, el mito empieza a engordar.

4. Dos seductores. Mil veces imitada, no siempre citándola, una sátira desenfadada en que Brando goza traicionando sádicamente a sus adeptos. David Niven se encuentra en su salsa, pero también será deglutido por el monstruo.

3. La jauría humana. Un Brando inesperado, el cuarentón se siente a gusto apadrinando a la siguiente generación de Robert Redford y Jane Fonda. Con James Fox, hermano de Edward.

2. El último tango en París. Película kilométrica para los españoles del franquismo en Perpiñán. Simbolizó la libertad sexual, está hoy proscrita por encarnar la esclavitud sexual. Brando interpreta a un personaje pintado por Francis Bacon.

1. Missouri. En efecto, se celebra aquí por capricho, para demostrar que no hay Brando malo. Y por la escena de Marat en la bañera. El ahora centenario no quiere demostrar que es mejor actor que Jack Nicholson, solo que Nicholson jamás alcanzará su grandeza.

Suscríbete para seguir leyendo