La escritora ibicenca Helena Tur recrea la Asturias de 1853 en su última novela, La playa del carbón (Plaza & Janés), una historia sobre diferencias de clases en una zona minera, pero también sobre cambios y avances sociales, el despertar de la conciencia feminista y, como estructura de esas subtramas, un romance entre dos de los personajes principales. Tras publicar el pasado año En el corazón de Jane, con Jane Austen como protagonista, la autora no abandona tiempos pasados. «Los que escribimos novela histórica ambientada en el siglo XIX decimos lo mismo: todo lo actual ya estaba allí. Es cuando nacen, a finales del XVIII o principios del XIX, los grandes movimientos sociales y lo que somos ahora», reflexiona.
Helena Tur, escritora: «Jane Austen era una persona culta, muy leída, cosa rara en una mujer de su tiempo»
En La playa del carbón, Tur ha creado dos personajes principales, Sara Bernal e Iván Arango, muy diferentes debido a que pertenecen a estamentos sociales muy alejados. «Ella es de familia de aristócratas. Ha sido criada como para ser perla y se tiene que deshacer en arena. Y él es un hombre hecho a sí mismo. Ha empezado de la nada, trabajando en la mina, ha tenido un golpe de suerte y se une a una causa que no es la suya», explica la escritora.
La historia de amor que se va gestando a lo largo del libro es solo «un gancho», un hilo conductor para crear una novela costumbrista con la que hablar de una época de avances sociales que significó la entrada de España en la modernidad, señala Tur. De hecho, al hablar del romance, la novelista considera mucho más interesante la relación entre otros dos personajes secundarios más mayores. «Me parece incluso más bonita que la de Sara e Iván, porque es un amor más maduro, más meditado, no tan impulsivo», añade.
La trama deLa playa del carbón tanto podría transcurrir en un pequeño pueblo de Asturias como de Inglaterra y la autora admite que en ella puede haber un poso de Norte y sur de Elizabeth Gaskell, Orgullo y Prejuicio de Jane Austen o el trabajo de Engels sobre la situación de los trabajadores en la clase obrera inglesa.
«Así como quería reflejar muchas historias de la clase obrera, también quería reflejar un poco la clase media. A los que han luchado y que han industrializado, porque es la clase que está desapareciendo en muchos sentidos», comenta la novelista.
Pisando el terreno
Tur tenía acabada esta novela mucho antes de publicar el libro sobre Jane Austen, que fue un encargo de su editorial, y el texto de esta novela ha sufrido muchas reescrituras, confiesa, ya que ella es de las que deja reposar un texto para volver a él tiempo después y analizarlo. Para este, se documentó sobre el terreno, pero ya con un primer borrador hecho, para no descentrarse de las cuestiones que quería tratar. En un principio había pensado ambientarlo en Inglaterra y en sus movimientos sociales, pero cada vez más le despertaron más interés los falansterios en España. Y en esa búsqueda de ese tipo de iniciativas cooperativistas, se topó con la mina de Arnao y con la historia de la Asturiana de Zinc y lo que hizo esta compañía por sus trabajadores. «Les monta un poblado, viviendas dignas, un casino, les monta un hospital, una escuela... Eso me pareció maravilloso», relata la autora. Después viajó hasta allí y conoció el lugar, «que es precioso» y las peculiaridades de la mina, como sus vías de hierro, las primeras de España, datadas de principios de 1830, anteriores a las que conectaban la Habana con Güines, o el primer pozo vertical de Asturias o las galerías que pasan por debajo del mar, remarca Tur.
Docente de profesión, la escritora recalca que otra de las motivaciones para escribir sobre cambios sociales y lucha de clases fue el desconocimiento sobre estas cuestiones que detectó entre el alumnado de los centros donde ha impartido materias como catalán, castellano e historia.
Helena Tur se declara influenciada por Jane Austen, Elizabeth Gaskell o las hermanas Brontë, como se intuye en sus libros, pero también tiene referentes como Kafka o Thomas Mann, «pero evidentemente no tendrían salidas comerciales hoy en día», asegura.
Otros proyectos
Su novela Malasangre (la primera que publicó con su verdadero nombre y no bajo el pseudónimo de Jane Kelder, con el que firmó otras obras de estilo romántico) continúa el proceso de adaptación para ser llevada al cine. El proyecto depende ahora de otra productora. La suya era una trama de suspense y ficción histórica ambientada en el Bierzo a mediados del siglo XIX que en la gran pantalla cambiará de género. «De un thriller lo han cambiado a una historia gótica, totalmente de terror», explica, aunque deja claro que está «contenta» con ese giro.
Y mientras, ya tiene escritas otras dos novelas y un borrador de una tercera, ambientadas en distintos lugares de España.