Paseo por el amor y la muerte

El Teatre Principal de Palma ofrece 'Il trittico' de Puccini, este viernes y el domingo

Pere Estelrich i Massutí

Pere Estelrich i Massutí

El título hace referencia a una gran película, enmarcada en la Edad Media y que filmó John Huston en 1969. Y es que la muerte y en menor medida el amor, están presentes en esas tres óperas que Puccini compuso a modo de un retablo musical de tres piezas cortas pero que forman una unidad temática, aunque ambientadas en universos diferentes: Il Tabarro (en las orillas del Sena a su paso por París), Suor Angelica (en un convento de la Toscana en el siglo XVIII) y Gianni Schicchi (Florencia siglo XIII).

Tanto la primera como la segunda de esas tres joyas breves son dramas, aunque la última podría calificarse de comedia; de hecho, es la única ópera pucciniana que puede ser tratada como tal.

Pero no es solamente la muerte el eslabón que une a esos tres títulos, otro y muy importante, es el viaje de Dante hacia el Paraíso, que debe pasar, primero por el Infierno (Il Tabarro) y luego por el Purgatorio (Suor Angelica) antes de llegar al Cielo (Gianni Schicchi), un cielo, eso sí, un tanto sarcástico.

El estreno de Il Trittico tuvo lugar en el Metropolitan de New York en diciembre de 1918, cuando el compositor era un músico consagrado en todo el mundo, de hecho, ese Trittico es la penúltima de sus composiciones operísticas y la última que pudo dar por acabada, pues Turandot, de 1924 quedó inconclusa. A todo esto, debemos añadir unas revisiones posteriores que firmó de La Rondine, escrita en 1917 y de Madama Butterfly de 1904.

Vocalmente en Il Tabarro tenemos tres personajes principales en las tesituras de soprano de amplio registro para Giorgetta, un tenor lírico y un barítono dramático. Para Suor Angelica, la soprano protagonista debe tener unos graves potentes y para el personaje de la tía se necesita una contralto dramática. En Gianni Schicchi la cosa es más coral, pues son muchos los personajes que intervienen en la trama. Ahora bien, son necesarios, entre otros cantantes, un buen tenor para Rinuccio, una soprano delicada para cantar la famosa aria O mio babbino caro y un barítono con dotes de actor para el rol protagonista. 

Pues bien, con todo lo anterior, dispongámonos a ir al Teatre Principal de Palma que este viernes por la noche y el domingo por la tarde nos propone esa terna de pequeños cuadros musicales llenos de delicadeza y también con ciertas concesiones a la ironía. Puccini en estado puro.

La producción es del propio Teatre Principal y viene firmada escénicamente por Rafel Duran (dirección) y Rafel Lladó (escenografía). El peso de la dirección musical lo lleva la joven noruega Anna Hartmann.