MÚSICA CRÍTICA

El imperio (romano) contraataca

Actuación de Boix i Auró en Can Domènech.

Actuación de Boix i Auró en Can Domènech. / AYTO. DE ALCÚDIA

Pere Estelrich i Massutí

Pere Estelrich i Massutí

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Can Domènech, Alcúdia (01-09-23)

Obras de Mozart y J. C. Bach 

El grupo musical Boix i Auró, que toma el nombre de las dos maderas más utilizadas en los siglos XVIII y XIX en la construcción de instrumentos musicales de viento, ofreció, el pasado viernes en Can Domènech de Alcúdia un concierto titulado Harmonies Imperials y en el que acercaron la antigüedad de la Roma Imperial a través de la música.

La Roma clásica fue, en el siglo XVIII y XIX, uno de los puntos hacia los que miraban los coleccionistas de arte, que querían poner en sus estancias y patios alguna imagen original o copia fiel de las que crearon los artistas de hace veinte siglos. Entre estos hombres que valoraban, para sí o para la sociedad, esas obras, tenemos al Cardenal Despuig, un hombre de Iglesia, pero también un intelectual prestigioso que ambicionaba dotar a Mallorca de un espacio lleno de libros y esculturas. Despuig, como algunos de los músicos de su época, veía en el mundo de los césares y emperadores motivos para la creación. Y, como Mozart o Johann Christian Bach, auspició que la sociedad de su tiempo conociera unos supuestos valores.

Pues bien, la música de esos dos compositores citados llenó el pequeño pero espléndido ‘escenario’ que ocupa parte de la entrada de Can Domènec. Música mayoritariamente relacionada con ese elemento que ha motivado el preludio del comentario: La Roma Imperial, pues del primero se ofrecieron fragmentos de la ópera La clemenza di Tito, versionados para grupo de vientos por G. K. Sartorius. Bellísima música y muy acertada la interpretación, realizada a la manera de la Música antigua, con instrumentos de época o copias fieles de los mismos. Interpretación históricamente informada para una obra que suena bien tanto escenificada como solamente interpretada. Mozart es siempre Mozart.

Y del segundo compositor, que conoció a Mozart en Londres cuando el niño de Salzburgo visitó la capital, el grupo nos acercó la Gran Obertura Lucio Silla (en una versión muy bien transcrita por Rafel Caldentey, miembro de la formación) y una Sinfonía para instrumentos de viento. Las dos partituras ofrecidas con delicadeza y muy buen gusto, como debe ser tratándose del clasicismo.

Enhorabuena pues a las organizadoras de ese evento, enmarcado en el ciclo de actividades sobre las excavaciones en Pollentia, pero también a esos componentes de Boix i Auró, que es obligado citar: Rafel Caldentey y Sílvia Insa (clarinetes), Pere Caselles y Josep Tatay (fagots), Cisco Bertomeu y Míriam Merino (trompas) y Xisco Aguiló (contrabajo).

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