Jorge el pediatra

El podólogo, responsable de los pies de los niños

El podólogo, responsable de los pies de los niños | INGIMAGE

El podólogo, responsable de los pies de los niños | INGIMAGE / por Jorge Muñoz (*)

por Jorge Muñoz (*)

El pie es una compleja estructura mecánica compuesta por multitud de ligamentos, tendones, músculos y huesos, que durante el proceso de crecimiento va a experimentar constantes cambios. Está formado, en gran medida, por cartílagos que van a ir osificando hasta adquirir su forma adulta, siendo de gran importancia vigilar su crecimiento hasta la completa configuración del pie.

El podólogo infantil se encarga de valorar la alineación del miembro inferior y pie durante el crecimiento mediante protocolos de exploración específicos, test estandarizados y algoritmos diagnósticos basados en la evidencia, para detectar cuando estamos ante una alteración que precise tratamiento.

Cuando el niño nace y durante su primer año de vida, usa los pies como herramienta esencial para interactuar con su entorno gracias a la gran cantidad de terminaciones nerviosas que presenta. Dándole información del mundo exterior, transmitiendo sensaciones de temperatura, texturas… Es importante su estímulo sensorial y motor para ayudar a un buen desarrollo psicomotor y propioceptivo del niño. No debemos reprimir la sensibilidad táctil de los pies calzándolos, debemos cuidar y potenciar su libertad de movimiento, se recomienda cubrirlos sólo cuando la temperatura lo exija con un calcetín de fibras naturales y de puntera cuadrada.

Una vez se inicia la marcha entre los 12 y 18 meses, será necesario protegerlos cuando salgamos de casa. Este primer calzado debe ser flexible, liviano, de horma recta, ancho de antepié permitiendo el libre movimiento de los dedos, con plantilla extraíble para revisar la talla, de piel, cierre con velcro fomentando la autonomía del niño. Durante esta etapa inicial el niño busca la propia verticalidad de su cuerpo, aunque suelen desequilibrarse con frecuencia; a nivel del pie aparece una huella plantígrada sin arco ya que existe un aumento del tejido adiposo plantar, muchos papis se preguntan si el pie de su hijo es plano, pero es totalmente normal.

Hasta los 3 o 4 años la mayoría de los niños van a mantener el pie aplanado debido a la bolsa de grasa que protege las estructuras cartilaginosas (que pasarán a ser óseas) y a la laxitud natural por edad. El arco longitudinal interno, inicia su formación entre los 2 o 3 años, produciéndose una redistribución del tejido adiposo plantar, y es a los 8 años cuando el arco del pie está conformado.

Hacia los 3 años las piernas del niño van a experimentar una transición, pasando de tener las piernas en arco Genu Varo hacia el Genu Valgo o piernas en X, es un patrón fisiológico que irán modificando en la mayoría de los casos durante los siguientes años, adquiriendo la posición definitiva hacia los 8-9 años.

A los 4 años se inicia la fase de maduración de la marcha que llegará hasta los 8 años donde el patrón de marcha es muy similar al del adulto.

¿Cuándo debemos acudir al podólogo infantil?

• Dolores de talones y/o rodillas frecuentes.

• Caminar con la punta de los pies hacia dentro.

• Marcha de puntillas.

• Dedos montados o sobreelevados.

• Pie excesivamente aplanado a partir de los 4 años.

No sólo debemos de traer el niño a la consulta cuando presente sintomatología, se trata de educar a los padres desde la prevención, asesorándolos en la correcta elección del calzado, corte de uñas, corrigiendo malos hábitos posturales, vigilando de cerca el crecimiento del niño, su forma de caminar, detectando incipientes alteraciones que en la mayoría de los casos tratadas a tiempo no van a tener relevancia en la edad adulta.

(*) Artículo de Ángeles Pulido, podóloga del espacio Jorge el Pediatra para cualquier consulta por WhatsApp 667 719 202

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