Cuenta la leyenda que en el Mediterráneo está el Triángulo del Silencio. No es tan conocido como el de las Bermudas, pero sí igual de misterioso. Se encuentra entre la costa sur de Mallorca, el peñón d’Ifac (Alicante) y el islote ibicenco de es Vedrà. Frente a este último transcurre el relato Cants de sirenes, uno de los ocho que se narran en el libro Mediterrània. La mar de llegendes y que apunta la posibilidad de que el mítico Ulises pasase cerca de allí cuando escuchó los dulces cantos que a tantos marineros volvieron locos.
Los alumnos del colegio público Cas Capiscol ya han empezado a leer los textos escritos por Tomàs Vibot y Vicenç Garcia e ilustrados por Pato Conde, y hoy un grupo de Tercero de Primaria subirá a escena el de las sirenas.
Es el segundo volumen que edita el centro educativo, con 500 ejemplares para los estudiantes, y lo hace tras publicar Canamunt. Passejant per la Palma màgica, porque «los colegios tienen que ser una fuente de transmisión de cultura y en ambos casos hemos optado por plasmar por escrito y con dibujos los relatos orales de nuestros antepasados», explica Garcia, el coautor del libro con dos de las leyendas y director del CEIP Cas Capiscol. El proyecto de centro de este curso gira en torno al Mare Nostrum, por lo que la mayoría de las historias escogidas también tratan sobre el mar que baña el archipiélago balear.
Como afirma en el prólogo el investigador en cultura popular Felip Munar, quien este martes asistirá a la presentación, el trasfondo es «conocido y querido», aunque el objetivo de esta nueva edición no es solo hacer disfrutar a alumnos y a cualquier lector, sino «también crear referentes y espejos en los que nos podamos ver reflejados. Es bueno tener al alcance nuestros mitos y creencias, nuestros miedos y deseos, nuestra historia imaginada desde aquí».
Los relatos son Es Gegant des Vedrà, Cants de sirenes, S’Estany Pudent, En Pedrola, En Xoroi, La ribera de Canten-i-Dormen, La llegenda del Peix Nicolau y La travessia de sant Ramon de Penyafort. Hay tres que transcurren en Mallorca –los últimos–, otros dos en Eivissa –los primeros–, uno en Formentera y dos en Menorca. «En estos escritos hay lugares y personajes reales, datos y fechas históricas que favorecen el realismo de las narraciones. Se reflejan el amor, el odio, el rencor, las alegrías y las tristezas, como en la vida misma, donde los buenos siempre dicen la verdad y los malos siempre son muy malos», en palabras de Munar.
Por este motivo, remarca «la importancia de que los niños sientan y lean estas historias»; y porque en las leyendas editadas por el colegio (sin ninguna ayuda institucional, lamenta el director) «también se refleja la capacidad para lograr los objetivos a través de la constancia y la perseverancia: Si no se puede alcanzar en el primer intento, porque no estás preparado, ya se conseguirá más adelante», anima.
El experto en rondalles mallorquinas y otras muchas tradiciones populares añade por último que en dichos textos «sale el valor del ingenio, de buscar tu camino y de hacer las cosas con visión de futuro». Todo eso aprenderán los alumnos de Primaria del colegio Cas Capiscol y además se encontrarán con «los valores de la fidelidad, la generosidad, la honestidad, la confianza y la imaginación».
