La 14ª edición de los Premis Gaudí congregó la diversidad del cine catalán y el cine realizado por mujeres. Sis dies corrents, de Neus Ballús, y Libertad, de Clara Roquet, se llevaron ayer los principales premios en una ceremonia que dejó también patente el clamor de la profesión contra la guerra en Ucrania. Carla Simón, que ganó el Oso de Oro en Berlín por Alcarràs (su filme no llegó a tiempo para entrar en la convocatoria de este año), tampoco se perdió la fiesta y refrendó el empoderamiento de la mirada femenina en el cine con la entrega de un premio.

No fue la noche de los mallorquines Agustí Villaronga y Daniel Monzón, que tenían numerosas nominaciones, ya que el director de El ventre del mar no obtuvo ningún galardón y la película del cineasta de Las leyes de la frontera, rodada en Girona, se llevó premios de tres categorías menores: mejor vestuario, maquillaje y dirección artística.

La película ganadora de Ballús (La plaga, Staff only) es un filme creado casi exclusivamente por mujeres que retrata la sociedad y sus prejuicios a través del mundo masculino de tres electricistas. Con él se llevó el premio a la mejor película en catalán, mejor dirección, mejor actor, Mohamed Mallali, y mejor actor secundario, Valero Escolar. Ninguno de los dos es profesional y esta mañana, tras el sarao de los Gaudí, entran a las ocho a trabajar como lampistas. Y aunque el cine no es su profesión, es la segunda vez que recogen un galardón. La primera fue en el festival de Locarno. Sis dies corrents también se hizo con el galardón de montaje, a cargo de Ballús y Ariadna Ribas.

Por su parte, Libertad, primer filme de Clara Roquet (guionista de películas como 10.000 kilómetros, Petra, Els dies que vindran, que ya obtuvo un Goya como mejor dirección novel), fue reconocida como mejor película en lengua no catalana, mejor guion, mejor actriz para Maria Morera y mejor fotografía para Gris Jordana.

El premio a mejor actriz secundaria fue para Ángela Cervantes por Chavalas, otro filme muy femenino firmado por la debutante Carol Rodríguez.

Como mejor documental y mejor película para televisión, los académicos también se decantaron por creaciones de mujeres. En esta última categoría, Laura Mañá triunfó con su retrato de la primera mujer que fue ministra en España durante la Segunda República: Federica Montseny, la dona que parla. El trabajo de Alba Sotorra, El retorn, la vida después del ISIS, centrado en el esfuerzo de cinco mujeres occidentales que intentan rehacer su vida tras haber dedicado su juventud a la organización terrorista, se llevó el premio al mejor documental. También un relato protagonizado por mujeres, estas de origen marrroquí, Farrucas, del realizador Ian de la Rosa, venció como mejor cortometraje.

Sin embargo, pese a los premios, ninguna cineasta considera que realmente se haya ganado la batalla de la igualdad. «Puede haber muchas candidaturas femeninas y cine liderado por mujeres, pero son muchas las películas de compañeras que se quedan por el camino. Nosotras pasamos más filtros», afirmó Ballús.