Llorenç Mas (Palma, 1969) es un amante de los oficios del cine: de los utileros, los carpinteros, los diseñadores de vestuario, de todos aquellos que construyen y trabajan con sus manos para que la magia del cine sea una realidad. Él se define como pintor y escultor escenográfico, un trabajo que alcanzó la cúspide en su carrera con el estreno la pasada Navidad de la película Baby de Juanma Bajo Ulloa, en la que ha ejercido de director de arte. Una cinta con unas texturas y pátinas «muy expresionistas y barrocas», llena de elementos y objetos simbólicos, un proyecto que desde el principio atrapó al mallorquín. «Juanma usa un lenguaje en el que yo me siento cómodo», confiesa. Su mayor reto fue «maquillar» una gran casa que es donde tiene lugar gran parte de la historia. «Estuvimos localizando propiedades durante bastante tiempo hasta que dimos con una ideal en Murguía, en Álava», cuenta. «A partir de ahí, fui haciendo bocetos y diseños y se los iba mostrando al director, quien me hacía sus aportaciones. Fue un proceso largo», apunta. El siguiente paso fue adaptar esos dibujos a la casa real. «Como director de arte, me tocó organizar, presupuestar y liderar un equipo en el que finalmente fuimos doce personas entre atrezzistas, carpinteros, jardineros, pintores y escultores», precisa. «En un mes y una semana lo hicimos todo. Nos dio tiempo porque éramos un equipo grande, la mitad veníamos de Barcelona y la otra era del País Vasco», comenta Mas. «Debo añadir que uno de los atrezzistas, Iván Vera, también es mallorquín».

La cinta se rodó en verano de 2019 y a causa de la covid ha tenido un estreno tardío. «Ha sido esta Navidad, había un gran tapón de películas por ver la luz y la verdad es que ha durado poco en las salas», lamenta.

En estos momentos, el pintor escenográfico rueda una serie de Filmax para Netflix, Feria. «Es de misterio y un poco de terror, y está ambienta en un pueblo de Andalucía en los años 90», cuenta. «Es la primera vez que estoy en una serie de manera completa. Llevamos con el proyecto desde octubre y terminaremos en marzo», calcula.

El mallorquín, durante el rodaje de la cinta.

La primera formación de Llorenç Mas fue en la escuela de artes y oficios de Mallorca. Después se mudó a Barcelona para estudiar pintura y escultura en la Escola Massana. «Al terminar, me puse a trabajar enseguida. Primero hice mucha animación, dibujos animados. Pero hace 15 años me cansé porque se estaba deslocalizando mucho el tema, un alto porcentaje del trabajo se hace en Asia», relata. Fue entonces cuando Mas optó por concentrarse en otra de sus facetas, la de pintor y escultor escenográfico, que siempre combinó con la animación. «Hacía decorados para televisión y cine, y al final me di cuenta de que disfrutaba más porque era un trabajo más social, en el que estabas con otra gente compartiendo», explica.

Baby no es su primera película como director de arte. Fue el responsable de este departamento en otras dos cintas, de terror, Asmodexia y After the Lethargy. «No soy fanático de un género o de otro, pero sí es cierto que el cine de época o el de terror te obliga a poner mucha textura y a crear objetos», argumenta.

Fotograma de una escena de 'Baby'.

Como pintor escenográfico, ha participado en muchos otros proyectos: en las películas Uncharted, The Promise (con Christian Bale en el reparto) o Elisa y Marcela de Isabel Coixet, entre otras, y en las series Westworld 3 o Foodie Love (también de Coixet) de HBO y en Hanna de Amazon. En estos momentos, el también profesor en la ESCAC y la escuela de cine Bande à Part, trabaja, aparte de en el rodaje de Feria, en un proyecto de corto que será grabado en junio sobre la revuelta de los presos sociales del franquismo.