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Max despierta la carcajada de los niños

El Premio Nacional de Cómic publica un libro de tiras cómicas para público infantil, un formato inédito en el mercado editorial

Max despierta la carcajada de los niños

Max está investigando hasta el último resquicio del prolífico universo del humor gráfico. El Premio Nacional de Cómic, que ha interiorizado con naturalidad la estructura del chiste tras mucha práctica con sus tiras en el suplemento Babelia de El País, acaba de publicar un libro de chistes gráficos para niños. Sus Trobades i rialles acaban de ver la luz en la editorial mallorquina Disset Edició. 47 páginas que repiten el eficaz y clásico esquema de dos personajes que se encuentran y protagonizan una situación cómica.

Portada de la publicación ‘Trobades i rialles’, editada por el sello Disset.

«La mayor parte de estas historias beben de elementos de la cotidianidad y representan situaciones un poco absurdas o incluso demasiado lógicas», comenta a DIARIO de MALLORCA el dibujante afincado en Sineu. «El libro surgió porque veía que me estaban saliendo muchos chistes que no eran de tipo cultural como los que publico en Babelia y pensé en darles forma en un libro para niños. Es un formato [el humor infantil] que no existe en el mercado editorial», apunta. «Y pienso que a los niños es muy positivo que se les estimule el sentido del humor. Estamos viendo estos días difíciles que el humor es imprescindible para la supervivencia», reflexiona. De manera totalmente consciente, el lenguaje de esta suerte de microcuentos humorísticos es «muy cotidiano y coloquial», buscando que los diálogos resulten graciosos por sí mismos.

El dibujante Francesc Capdevila, Max, en una viñeta.

Algunos de los personajes de estos chistes son elementos extraídos de juegos infantiles, como el piedra-papel-tijera, o directamente son los protagonistas de muchos de los cuentos que habitualmente leen los más pequeños. «Por ello, este libro va destinado a niños que ya leen y tienen una pequeña base cultural; por ejemplo, la proporcionada por los relatos clásicos», explica. Así las cosas, por las páginas desfilan Blancanieves, los tres cerditos, el lobo o las brujas.

El dibujo de estas historietas es sencillo y limpio, a todo color por ir dirigido a los niños y niñas. En los últimos tiempos, Max estaba imprimiendo a dos tintas. Un esencialismo que estaba impregnando las últimas obras de su producción.

Max despierta la carcajada de los niños

No es la primera obra infantil que ha facturado el Premio Nacional. Hace cerca de dos años que se publicó un cuento para niños -El puput de fusta- con guión suyo y dibujo de la ilustradora mallorquina Flavia Gargiulo. Hace quince años también incursionó en el género a través de una colección de seis volúmenes que versaba sobre las vicisitudes de una familia de pingüinos. «Eran historietas para niños muy pequeños y tenían un carácter didáctico importante. Servían para introducir conceptos como luz y oscuridad, frío y calor... Cuestiones de este tipo», ejemplifica.

Max despierta la carcajada de los niños

Max confiesa que se ha tirado a la piscina con Trobades i rialles. El autor no ha probado la efectividad de estos chistes protagonizados por dos personajes con niños antes de su publicación. «Creo que hay unos cuantos muy gamberros de temáticas escatológicas que suelen despertar las carcajadas de los más pequeños», considera el dibujante. También hay una adivinanza en la parte final y se ofrece la posibilidad al pequeño lector de que invente y dibuje su propio chiste siguiendo el esquema de encuentro entre dos personajes.

En estos momentos, Max ha puesto punto y final a los dibujos de un cuento escrito por Santiago Segura. «Saldrá dentro de un mes aproximadamente. Lo edita el sello madrileño Nuevo Nueve», informa. «Es como el inicio de una colección muy especial en el concepto. Es un trabajo muy peculiar», promete, dejando en suspense los detalles y la temática.

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