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En estado de alarma

"Será interesante ver la literatura que saldrá de este gran confinamiento"

La bilbaína Bárbara Gil ofrece cursos en línea para aprender a escribir desde su casa de Palma, una afición que suma adeptos durante esta crisis sanitaria

A la izquierda, la alumna Adela Castañón. A la derecha, la profesora Bárbara Gil.

Convertirse en escritor es el sueño de algunas personas. Bárbara Gil se dedica a enseñar técnicas de escritura creativa desde hace 8 años y explica que la crisis sanitaria la crisis sanitaria está motivando que aumente el interés por esta cuestión.

El motivo, afirma, es que el confinamiento ofrece una oportunidad para dedicarse a ello. Buena muestra es que el sábado le ofrecieron impartir un nuevo curso y al día siguiente las 15 plazas ya estaban llenas. "Cuando les pregunto por qué se han apuntado, el principal motivo que alegan es que es su sueño, que les encanta escribir, pero que no tenían tiempo para dedicarse a ello. También hay algún caso al que le cuesta concentrarse ante la incertidumbre de la situación o el ajetreo que provocan los niños en casa", puntualiza Gil.

Otro aspecto que señala la profesora como interesante es la literatura que saldrá de este gran confinamiento: "Son muchos los alumnos que están adaptando las propuestas de escritura a relatos sobre el coronavirus, desde narraciones más íntimas y personales en las que comparten sus experiencias y su perspectiva de la pandemia, hasta relatos distópicos y de ciencia ficción con personajes que se enfrentan a situaciones que ya no nos parecen tan inverosímiles".

Una manera de desahogarse

Una de sus alumnas se encuentra en Marbella. Se trata de Adela Castañón, médico de familia en el centro de salud Leganitos. Hace un lustro que decidió apostar por la escritura de forma seria: "Es mi manera de evadirme, de desahogarme y de relajarme". Explica que lo más complejo es escribir de una manera disciplinada y poner en práctica las técnicas o recursos aprendidos, "pero como la persona que va al gimnasio y acaba exhausta, al final es gratificante. Lo mejor es que este tipo de centros de aprendizaje marcan unas pautas y te permiten conocer a gente de lugares tan dispares como Bogotá o Asturias con los que estableces un vínculo. Puedes escribir por tu cuenta, pero lo mejor es que te corrijan, ver los errores, y también que los mismos compañeros sean sinceros con tu texto ya que si le enseñamos un relato a un familiar que nos dirá que le parece bonito". Ahora mismo, Castañón está finalizando su primera novela, una historia de sentimientos y secretos sobre un hijo que descubre que su padre lo adoptó siendo un niño. "Ya veremos qué haré cuando la tenga lista, tal vez me presente a un certamen literario pero tampoco es el objetivo", explica.

Planes frustrados

Por otra parte, Bárbara Gil ha tenido que aparcar parte de sus sueños. Ella es de Bilbao y desde el mes de noviembre de 2018 se estableció en Palma. Anteriormente, creó su escuela de escritura en Málaga, ha residido en Australia y en California, y en Mallorca ha vuelto a abrir su propio centro de escritura e, incluso, ha creado su propio sello editorial, Fetiche. "Ofrecía mis cursos en la librería Agapea, ya que la encargada es de Málaga y conocía el trabajo que realicé en la ciudad andaluza. El problema es que he tenido que cerrar por culpa de la crisis del Covid-19.

Por suerte, continúa enseñando en Internet a través de Escuela de Escritores, un espacio de encuentro y de aprendizaje para los escritores hispanohablantes. La plataforma nació en el año 2003 y desde entonces no ha parado de crecer, ofreciendo cursos presenciales y en línea.

No hace falta ningún don para escribir

Lo que llevó a Bárbara Gil a enseñar literatura fue la frustración de ver como en los estudios de Filología Hispánica pasaban por alto esta cuestión. Por ello, se cambió a periodismo y pasó a desarrollar su pasión a través del centro donde ahora comparte sus conocimientos literarios. "Hay mucha gente a la que le gusta escribir pero no sabe que existen talleres. Además, en la sociedad y en algunas editoriales, existe el tabú que para ser escritor hay que nacer con un don. Esto no es cierto. Se puede aprender a escribir, e incluso si tienes ese don conviene aprender a desarrollarlo", remarca. ¿Pero qué debe tener una persona para escribir bien? "Mucha humildad y perseverancia -responde Gil-. Tengo alumnos que les vence más el deseo de publicar que la obra en sí. El error más frecuente, es resumir la historia que se quiere contar en vez de contarla; por ello, cada técnica narrativa es importante, desde los tipos de narradores, el conflicto en un relato, el tratamiento del tema, las unidades narrativas como el diálogo, la escena o las transiciones, el espacio y la atmósfera, el ritmo, la tensión, el tono, la naturalidad, el lenguaje concreto, etc.".

También comenta que en esta situación se continúan llevando a cabo iniciativas para fomentar la escritura, desde grupos de Facebook hasta blogs, "y últimamente se están realizando encuentros virtuales entre escritores", comenta Gil.

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