Hacerse oír para demostrar de lo que son capaces. Doce instrumentistas de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears protagonizaron ayer el primer concierto ejecutado exclusivamente por mujeres de la formación. Un acto de visibilidad que invita a reflexionar. ¿Qué ocurre con las profesionales de la música clásica? Están y suenan.

Gina Nicola, concertino asociada de la Simfònica donde ejerce desde hace 19 años, ha sido la encargada de dirigir esta primera actuación. Aunque el público está acostumbrado a ver mujeres en los auditorios y los teatros, organizar este concierto formado exclusivamente por mujeres ha puesto de manifiesto algunas de las situaciones de desigualdad que se viven en la profesión. "Teníamos que ser un grupo de cuerda porque no hay chicas de todos los instrumentos como para tocar una sinfonía u otro tipo de música", explica Nicola. Surge así la primera evidencia: existen una serie de instrumentos que, por lo general, no son tocados por mujeres. En efecto, en el último ensayo antes del concierto del Día de la Mujer, las doce participantes tocan instrumentos de cuerda, aunque es cierto que hay instrumentistas de viento que son mujeres, instrumentos como la tuba o el trombón son tocados mayoritariamente por hombres. "Quería preparar un repertorio con música de alguna compositora pero las plantillas nos limitaban mucho, al igual que la falta de tiempo", argumenta Nicola. El primer concierto de mujeres no ha podido ser cien por cien femenino. El desconocimiento de las autoras y compositoras es otra de las carencias significativas. Pero hay más.

"Existen muchos tabúes para que haya una mujer directora en una orquesta", dice María Luisa Payeras, violín y con una trayectoria de 28 años en la Simfònica. La dirección es otro de los terrenos, si no vetado, de difícil acceso para las mujeres. Sin embargo, Gina Nicola destaca que la mujer también está presente en ese ámbito: "Hay directoras, bastantes y muy buenas, de hace mucho tiempo e importantes. Varias veces la Simfònica ha sido dirigida por una mujer. Próximamente haremos La flauta mágica con una directora de origen chino", dice Nicola. En este sentido Payeras matiza que "ya sabemos que hay buenas directoras, pero te para mucho la orquesta. Parece que a un hombre lo tienen que respetar más porque es la tradición". Por su parte María del Mar Rodríguez, contrabajo que toca con la formación desde hace algo más de un año, apunta que ahora las directoras "con las redes sociales se están haciendo ver y, como dice Gina, al tener esa oportunidad ellas pueden mostrar que tienen la misma valía. Poco a poco se ven, pero son muy poquitas. Es una lástima". Nicola reconoce que "no sé si hay alguna mujer que sea directora titular de una orquesta. Sería muy excepcional y se ve bastante lejos". Payeras añade que poco a poco la mujer va ganando terreno, pero se muestra pesimista: "No se puede eliminar lo que hay, se va actualizando, pero no creo que cambie". Aunque la situación puede invitar a una mirada sombría, Gina Nicola es más optimista y subraya el carácter reivindicativo de su concierto: "Creo que hay dos cosas muy importantes. Una es el cambio real de la sociedad, que un grupo formado solo por mujeres cuando tiene la oportunidad puede demostrar lo que valen", reflexiona. Por otra parte Nicola no olvida que con este tipo de actos no solo se visibiliza a las mujeres músico: "Lo hacemos también por las mujeres que tal vez están en un mundo que no tienen esa oportunidad todavía, y otras que están en una situación que están siendo maltratadas y que están muy lejos de esta posibilidad. Esto es un paso más para reivindicar todo esto y que se vea claramente que las mujeres pueden hacerlo muy bien", opina.

Los referentes femeninos son cada vez más numerosos, pero siempre hay matices por introducir: "Cada vez hay más mujeres que forman parte de las orquestas. Antiguamente teníamos orquestas de referencia en que la figura predominante era masculina, no obstante vemos que hay más inclusión", comenta María del Mar Rodríguez. Sin embargo la contrabajista matiza esta apreciación positiva: "A mí personalmente me falta ver más mujeres en los primeros atriles que son las posiciones de más categoría. No sé por qué razón, porque ahora las pruebas para acceder a las orquestas son objetivas, se hacen detrás de un telón. Es verdad que las mujeres se van incluyendo, pero en los puestos de más responsabilidad aún falta la figura femenina".

En cualquier caso, la Simfònica puede presumir de contar con más mujeres en sus filas que otras formaciones. Sin embargo, la paridad queda lejos: 44 hombres y 24 mujeres. Nicola apunta que también hay "bastantes primeros atriles". No todo son malas noticias. La concertino hace notar que "entre los solistas hay muchas mujeres. Las tres concertistas de piano más importantes de la actualidad son mujeres y con las violinistas ocurre igual". Apunta Nicola que se refiere a una franja de edad de entre 30 y 40 años. "Entre los más jóvenes, la mayoría son mujeres", puntualiza.

Incluso entre las propias mujeres que protagonizan este primer concierto había algunas dudas sobre su utilidad: "Primero pensé que por qué podía hacer falta si ya tenemos un día del trabajador y tiene que ser el mismo para todos", recuerda Nicola. Después cambió de opinión: "Pensé que sí que es necesario celebrar este día, también para mostrar todo lo que hemos conseguido. Tal vez es una buena idea o una reivindicación para las que luchan, es una buena forma de enseñar. La verdad que nunca se nos había ocurrido porque intentamos verlo con igualdad", reflexiona.

De forma lenta, cada vez hay más mujeres en cada uno de los ámbitos señalados. Sin embargo, todavía sigue siendo muy difícil para el público escuchar música de compositoras. Nicola apunta que la Simfònica ha programado sobre todo a autoras actuales siempre en festivales de música contemporánea. Sobre las compositoras históricas, Marina Fuster, violín, afirma que "o no las había o firmaban como hombres". Algunas como Clara Shumann han sido más conocidas por su situación sentimental que no por su talento. Para Carme Fernández Vidal, compositora y profesora de esta especialidad en el Conservatori Superior, los cambios llegan con "un movimiento de visibilización y un intento de recuperar compositoras históricas que parece que nunca existieron. Respecto a la creación actual se pretende que haya una cierta igualdad en un mundo mayoritariamente de hombres", apunta. Fernández Vidal explica que "nunca había estado a favor de la discriminación positiva, pero la vía que se busca para paliar estas diferencias es hacer conciertos específicos donde se programe música de mujeres". Cree sin embargo que es importante hacerlo así porque " es la única manera de decir esto también existe".

La compositora hace notar que fuera de determinados contextos "la dura realidad es que miras los programas de las orquestas, los directores y todo el mundo sigue rodando en la misma circunferencia. Tengo que decir que no ha cambiado, y lo cierto es que no tengo claro que eso vaya a cambiar, pero no tiene que ver solo con la música. Estamos hablando de diferencias de género y el subcapítulo de la música es una pequeña muestra que refleja el estado general de las cosas", reflexiona. Subraya que "hay muchas mujeres en el mundo de la creación y muy interesantes. El 28 de marzo en Madrid voy a compartir programa con cuatro compositoras estupendas en el festival Ellas crean". Fernández Vidal concluye que "el camino es mucho más duro porque encima parece que tenemos que demostrar más, pero ahí estamos".

Sin compositoras en el concierto del Día de la Mujer

Ayer se celebró en el auditorio del Conservatori Superior el primer concierto protagonizado por músicas de la Simfònica con motivo del Día de la Mujer. Aunque el objetivo era programar obras de compositoras, no fue posible debido a las dificultades para encontrar piezas que encajaran con la plantilla, según explicó Gina Nicola. Finalmente sonaron Divertimento de W. A. Mozart; y Serenata para cuerda de P. I. Chaikovski.