Hace cuatro años que se instalaron en Mallorca y ya tienen claro que "vamos a vivir aquí para siempre". Son la modelo checa Hana Soukupova y el empresario americano Drew Aaron, dos conocidos coleccionistas de arte que llegaron desde Manhattan (Nueva York) a la isla, un lugar que les ha cambiado la vida y del que ya no se quieren separar. El matrimonio accedió a abrir las puertas de para conocer su historia.

Soukupova ha desfilado como ángel de Victoria's Secret y ha sido protagonista de más de cien portadas de revistas de moda de renombre. Aaron es cofundador y CEO de la multinacional The Aaron Group, empresa líder en distribución de papel a nivel mundial. Ambos se han relacionado con el arte desde pequeños. Fue en su primera cita -unos quince años atrás- cuando descubrieron que compartían pasión por el arte contemporáneo. La primera obra que compraron juntos fue un dibujo de Warhol que decoró durante años la cocina del apartamento que compartían en la conocida Tower Trump de Nueva York.

Cuando la pareja, una de las más top de la Gran Manzana, decidió formar una familia se dispusieron a cambiar de aires y salir de la ciudad. Su primer hijo nació en Nueva York, pero pronto buscaron un sitio donde pudiera crecer "libre, en un ambiente relajado y rodeado de naturaleza". Coquetearon con varios lugares de Europa, también de Mallorca, pero la casa de Alaró, originalmente diseñada para la familia de joyeros de Swarovski, se llevó el premio. Un inmenso jardín, miles de olivos con los que producen una pequeña cantidad de botellas de aceite para su familia y amigos, un huerto perfectamente organizado con espacios para las verduras, las especias y los árboles frutales y un corral que ahora mismo habitan dos ponis y un burro, conforman el perfecto entorno que el matrimonio deseaba para sus hijos. Además, "viajar en Europa es mucho más fácil, algo que es bueno sobre todo para el trabajo de Hana (modelaje)", apunta Drew Aaron.

Una casa-museo

A su llegada a Mallorca, el galerista Fede Pinya, dueño del espacio Pelaires, fue su gran guía en el mundo de las galerías durante el proceso de apertura de Gallery Red, pues ni Aaron ni Soukupova se habían planteado nunca tener una. La relación profesional se estrechó tanto que el empresario define a Pinya como su "amigo más antiguo de la isla", a quien siempre le estará agradecido por haberle presentado las obras del artista catalán Jordi Alcaraz. Alcaraz es una firma que se repite unas cinco veces durante el recorrido por la colección de arte que atesoran en su casa de Alaró, formada solo por obras de artistas españoles. "Vinimos a España para aprender del país y quererlo", apunta él.

Jordi Alcaraz, Joan Miró, Andrea Torres, Albert Pinya, Manolo Ballesteros, Iván Franco, Rubén Martín de Lucas, Hugo Alonso, Miquel Aparici, Santiago Picatoste o Rafa Macarrón son solo algunos de los nombres que rubrican las obras que guardan las paredes de su hogar, una colección personal formada por unas sesenta piezas. Ninguna de ellas está en venta.

Drew Aaron presenta cada una de las obras contando la historia de su autor con fascinación y pasión durante un paseo por el luminoso y espacioso hogar del matrimonio. Hay cuadros en la entrada, en la sala de estar, en todos los pasillos, en la librería, en los baños, en todas la habitaciones, incluso en la de invitados. Frente a las bicicletas estáticas de su gimnasio, un ventanal enorme desde el que se ven dos esculturas del artista pollencí Joan Bennàssar que les llamaron la atención la primera vez que estuvieron en Mallorca, en el año 2008, en el agroturismo de Pollença Son Brull. Cuando decidieron mudarse aquí se pusieron en contacto con el artista y con el establecimiento para negociar su adquisición.

El criterio con el que eligen las obras que van a formar parte de su colección es solamente uno: ambos tienen que estar enamorados de la pieza. "Si a uno de los dos no le gusta, no entra en casa. Nos tiene que gustar a los dos", dice la modelo. El empresario comenta que sus gustos en el arte son diferentes. Si a ella le gustan más las expresiones abstractas con profundidad, él es más lineal y comercial, "algo que no me avergüenza reconocer", concreta. En este juego no entra nada más que la energía: no es cuestión de dimensiones, no es cuestión de colores y no es cuestión de dinero. Compran según aman. En su casa cuesta creer que quepan más obras, pero Aaron lo tiene claro: "Si encuentras una pieza que te gusta, vas a encontrar un sitio donde ponerla".

Cada uno interactúa con la colección de diferente manera. Les gusta, sobre todo, ver como sus hijos les preguntan por las obras y se interesan por el arte. Soukupova, una vez al mes, cambia de lugar algunas piezas, mientras que Aaron disfruta levantándose pronto por las mañanas y pasear por los pasillos de la casa admirando las obras que abrazan sus paredes mientras toma su café.

Mallorca, un gran amor

"Estamos muy contentos. Sentimos que la gente de aquí nos ha aceptado porque valora nuestro amor por esta isla. Al final, todos tenemos algo en común: la admiración por Mallorca", dice el empresario, a la vez que reconoce que todavía le falta mucho por conocer de esta isla. Sin embargo, "no tenemos prisa porque tenemos toda la vida para ello".

"Nuestras playas favoritas son la de Formentor y la de FormentorSon Serra de Marina, comenta Soukupova, que añade: "A mí me costó más que a Drew adaptarme porque no estaba segura con el cambio, pero ahora estoy muy contenta". Salta a la vista. Adoran la tranquilidad que les rodea, así como la privacidad y la posibilidad de estar con los vecinos que les concede vivir en Alaró, un pueblo que agradecen que aún no haya sido tomado por los turistas. "Mallorca es mucho más de lo que la gente piensa", dice Aaron, "aquí hay una diversidad de posiblidades espectaculares: el mar, la montaña, la cultura, las tradiciones, la comida, los artistas. No se acaba".

Van a comprar al mercado municipal, acompañan a los niños al colegio y disfrutan de la vista de la isla desde su habitación cuando los niños duermen. "Aquí hemos aprendido que menos es más, y que con esto lo tienes todo".

Negocios en la isla

Al llegar a Mallorca, el primer proyecto de Aaron fue crear la empresa Lionsgate Capital junto con Juanita Casanas (exdirectora del Banco Santander), quien ha formado un gran equipo que ha llevado a la compañía a ser la principal empresa de intermediación financiera en Balears.

Un año después de su llegada a la isla, nació su hija. Y también vio la luz el segundo proyecto de la empresa: Gallery Red, un conmovedor y brillante espacio creado por Aaron donde el arte se conjuga con la moda y el diseño. Situado en el corazón de Palma en la plaza Chopin, en Gallery Red se pueden comprar piezas únicas de artistas internacionales y reconocidísimos como Warhol, Basquiat, Damien Hirst, Banksy o Jeff Koons, entre otros. A su vez, la galería promueve a varios artistas emergentes españoles, como Rubén Martín de Lucas, Andrea Torres, Hugo Alonso, Manolo Ballesteros y Antonio Ballester, entre otros.

Hace un año y debido a la rápida expansión de la empresa, se unió al equipo como COO Gunter Saurwein, (exdirector de Qatar Airways en toda América). Aaron explica que ya cuentan con 7 espacios y un equipo de 25 empleados. La última inauguración ha sido la de ROUGE by Gallery Red, una boutique de lujo ubicada entre el Passeig del Born y Plaza Chopin, considerada por muchos uno de los comercios de lujo mas exclusivos del mundo ya que ofrece bolsos y accesorios vintage de las mejores marcas. Tienen en el establecimiento algunas de las piezas mas codiciadas y especiales de Hermès, Chanel, Dior e YSL.