Un grupo de cinco creadores de artes escénicas y danza pidieron ayer frente al polideportivo del barrio del Amanecer la liberación de este espacio, construido hace más de dos años y todavía sin abrir, con el fin de poder ensayar y crear sus obras. "A cambio, ofreceríamos clases y servicios para la comunidad y el vecindario", explica la bailarina y coreógrafa Catalina Carrasco, al frente de la compañía Baal. A ella, le acompañaron dos alumnas suyas y el también creador Gaspar Morey. El también bailarín Emilio Roig se sumó a la supuesta performance que ayer protagonizaron en el entorno del equipamiento deportivo municipal.

"Hablamos con la concejala de Deportes Susanna Moll para proponerle poder hacer uso de este espacio y nosotros poder dar clases, pero nos dijo que este polideportivo no podía abrirse de momento por motivos burocráticos", explicó Carrasco, integrante de la plataforma Comando ocupa el espacio. "Los artistas estamos en una situación importante de precariedad, no podemos trabajar en ningún sitio, nos tenemos que ir fuera para poder crear nuestras piezas. Ensayamos cinco horas al día y alquilar por una hora un local cuesta entre 10 y 15 euros", lamenta.