La marcha de los Coritos del santuario de Lluc deja flecos en el aire, entre ellos, el museo y las valiosas colecciones albergadas en él. El punto conflictivo es la titularidad de los bienes muebles custodiados en las dependencias del monasterio: gran parte son donaciones a la Virgen de Lluc y no está claro cuáles pertenecen a la congregación de los Sagrats Cors y cuáles son del Obispado de Mallorca. El reparto de las piezas y colecciones entre ambos podría conducir a una situación funesta, como es la separación y disgregación de los fondos del museo.

En esta etapa de transición, la documentación y cartas donde se especifican las concesiones de estos valiosos legados deberán ser revisadas para dejar claras las titularidades, "porque en estos momentos no está claro", confirmaron a este diario fuentes cercanas a la diócesis.

Por su parte, el prior de La Real y delegado provincial de los Coritos, Josep Amengual, explicó que parte de esos fondos [en concreto, la gran colección de Antoni Mulet] "son de la congregación. Es algo que tenemos que mirar. De todos modos, no creo que tengamos ganas de sacar las piezas de Lluc", declaró. La biblioteca también pertenece a los religiosos, aseguró.

Otra cuestión espinosa que podría contribuir a que el museo no se mantuviera íntegro e intacto tal y como está ahora es que los bienes muebles no son BIC, como tampoco lo son las dependencias que los albergan.

Este hecho sumado a la poca claridad de la titularidad de las piezas ha provocado que se disparen ciertas alarmas entre los especialistas, que ya han visto cómo varios conjuntos patrimoniales de Mallorca, algunos de un valor inmenso, se han perdido.

El Museu de Lluc custodia cerca de dos mil objetos vinculados al mundo de las artes decorativas. Entre ellos, una magnífica colección de cerámica de entre los siglos XV y XIX. El mayor tesoro es quizá un plato hebreo del Séder de Pésaj, un importante ritual judío.

Fue fundado en 1952 por los Missioners dels Sagrats Cors. Inicialmente estuvo formado por dos salas: la primera dedicada a la arqueología, la numismática, la etnología, los incunables y la pintura; y la segunda centrada en el mobiliario litúrgico, esculturas y joyas. Posteriormente, en 1970, el museo fue ampliado con la colección de Antoni Mulet Gomila. Gran fervoroso de la Mare de Déu de Lluc, patrona de Mallorca, le acabó donando a ella todo su legado de valiosas antigüedades y mobiliario de época.

En el archivo del santuario, se guardan los originales de las cartas con las donaciones realizadas al museo. Por ejemplo, en cuanto a la de Mulet, también se conservan las aceptaciones de los bienes firmadas por el padre Miquel Gual, superior general de la congregación de los Missioners dels Sagrats Cors en el momento de la entrega de las piezas.

En el recorrido, cabe destacar también la sala del Tresor de la Verge, con objetos de orfebrería como la custodia de Lluc, obra de Antoni Falconer, elaborada con plata sobredorada. O también la exposición de indumentaria tradicional de la isla y abanicos. La pinacoteca está formada por cuadros de pintores mallorquines o relacionados con la isla de los siglos XVIII, XIX y XX: Antoni Ribas, Ricard Anckermann, Juli Ramis, Anglada Camarasa, Santiago Rusiñol o Miró, entre otros.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • La congregación de los Coritos abandona Lluc, el santuario de Mallorca
  • "Sorpresa y dolor" del Obispado ante la marcha de los Coritos de Lluc
  • El Santuario de Lluc mueve un presupuesto anual de 2,5 millones

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO