En la Catedral, está todo dispuesto. Tres técnicos del equipo de conservación preventiva Tres técnicos del equipo de conservación preventivadel templo se preparan para levantar y devolver a su sitio los seis ángeles góticos que han cobrado vida después de una concienzuda restauración. Sus armas: un andamio, los guantes, su pericia y su fuerza. Examinan el proceso de manipulación y colocación la conservadora Catalina Mas y uno de los restauradores de las esculturas, Alfredo Claret de Xicaranda. Son piezas valiosas que después de meses en el taller vuelven a lucir en la ubicación originaria de la época de Gaudí. "En 1904, él los devolvió al presbiterio: cuatro rodeando el altar mayor y dos a cada flanco de la cátedra episcopal, exactamente como ahora", explica Mas.

Juan Manuel Clement, Xavier Montaner y José Cortés son los brazos que cargan con los cuatro ángeles músicos, esculturas de piedra de Santanyí con un peso de cerca de 65 kilos. "Son los técnicos que forman el equipo de conservación preventiva, que depende del área de conservación de la Catedral", comenta Catalina Mas. "Son los que manipulan los bienes muebles si hay que hacer alguna actuación relacionada con la conservación y se ocupan del mantenimiento del edificio", explica. "Los vamos formando en cuestión de manipulación de bienes y otras cuestiones técnicas relacionadas con la conservación", continúa (vea las imágenes de la operación).

En la colocación de las esculturas, otro aspecto a tener en cuenta, según la conservadora, es la recepción de las mismas por parte de los usuarios de la Catedral. "Además de mantenerlas y conservarlas, hay que tener en cuenta que ofrecen un servicio litúrgico", señala. En este sentido, el responsable del culto en la Catedral, Antoni Ximenis, daba ayer directrices a los tres técnicos sobre la orientación que debían tener las piezas en el templo. Menos laboriosa resultó la ubicación de los dos ángeles turiferarios,en la cátedra, más ligeros al estar tallados en madera de chopo.

Los ángeles góticos, de la escuela borgoñona, han sido restaurados por un equipo de seis profesionales de Xicaranda dirigidos por Isabel de Rojas, quien precisamente ya restituyó estas esculturas hace 35 años. El pasado viernes los técnicos de conservación preventiva fueron a buscarlos al taller palmesano. "Para cargarlos y trasladarlos, elaboraron unas cajas con material de reciclaje. Y también se encargaron de embalar las piezas para hacerlas llegar de la manera más íntegra posible", relata la jefa del departamento de conservación, que cuenta también con los documentalistas Sebastián Escalas y Aina Escobar. "Las piezas van sobre un lecho de espuma". A la espera de ser montados, los ángeles se quedaron en depósito en la Seu durante el fin de semana.

Explica Mas que cada año, una o dos veces hay que montar un andamio para retirar con un plumero el polvo de las piezas. "El polvo es la principal causa de alteración de la policromía y el pan de oro de los bienes muebles porque en presencia de humedad tiene un efecto de abrasión", explica. "Y en la Catedral se deposita mucho polvo".

Los ángeles abandonaron el templo hace un año. "Se encargaron diversas analíticas a partir de las cuales y del informe histórico-artístico se redactó la propuesta de intervención", apunta Mas. "La restauración comenzó por los ángeles turiferarios [que portan los incensarios; son del círculo de Guillem Sagrera, atribuidos a Huguet Barxa] porque era la más dificultosa e ingeniosa: tanto uno como otro presentaban pérdidas y partes carbonizadas", cuenta la conservadora.

Para restituirlos de la mejor manera posible, se utilizaron técnicas de reproducción en 3D. Los cuatro músicos, también del círculo de Guillem Sagrera, pasaron por un proceso profundo de limpieza y se les reintegraron los elementos deteriorados, entre otros procesos.

Los ángeles góticos forman parte de un conjunto más amplio integrado por seis capiteles de piedra policromada y seis candelabros diseñados por Gaudí en 1904.