La banda catalana, que alcanzó el podio de ventas mundial con Un rayo de sol, se prepara para celebrar su 50 cumpleaños. El cantante, Agustín Ramírez, quien contesta esta entrevista, considera que son unos obreros del pop, "nos lo hemos trabajado a pico y pala". No han perdido el tren de la era digital, se han adaptado a los formatos y a las nuevas fórmulas de difusión. Forman parte del patrimonio musical de muchas familias españolas junto a bandas como Pekenikes, Los Sírex o Los Mustang.

-¿Qué repertorio van a interpretar en esta fiesta de los 70?

-Será un repertorio cien por cien de Los Diablos. Haremos un especial de canciones de los 70, todos ellos temas hermanados: Baby come back, Venus, Soley soley, I love you baby€ Canciones que perfectamente podrían haber sido número uno como Un rayo de sol.

-¿Este tema lo eclipsó todo?

-Sí, sin duda. Incluso llegó a hacerle sombra a un tema de Julio Iglesias, Gwendolyne, que no llegó a ser número uno. Julio hizo un amago de enfado con nota simpática por este motivo. No nos vemos mucho, pero seguimos siendo amigos.

-¿Ve muchas diferencias entre Un rayo de sol, la canción del verano de 1970, y la del año pasado, Un rayo de solDespacito

-Es el mismo fenómeno, un tema que se hizo viral por entonces. El periodista mallorquín Miguel Soler me ha recordado en varias ocasiones que el single se llegó a vender sin funda. Despacito es un tema que me gustaDespacito, pero lo que no soporto en general es el reguetón. Es muy repetitivo. Hay canciones inaguantables. Con tres acordes, una persona que no sepa de música te puede hacer un tema. En la época de los Beatles también se decía que con cuatro o cinco acordes se podían hacer muchísimos temas pop. De nuestra canción Lazos de amistad también se dijo algo similar.

-¿Será Malamente

-No lo conozco. Tendré que ponerme al día.

-Los Diablos vienen de unos años en que la televisión acogía muchos programas musicales. ¿Los echan de menos?

-Sí, había muchos, y sólo había una televisión, pero había muchísima música. Los espacios de José María Íñigo, Estudio abierto, los programas de la UHF, los infantiles, Valerio Lazarov, Ramón Díez€ Todos han ido desapareciendo. Ahora sólo está OT. El que hasta ahora había para los músicos de nuestra época, Qué tiempo tan feliz, se lo han cargado. Los de los setenta nos hemos quedado sin tele y sin radio. La promoción es ahora más difícil que antes. Has de hacer de todo, todos los medios de comunicación, aunque tengan un alcance más pequeño. No se puede decir que no a nada. Ahora el programa más visto tiene dos millones de espectadores. Antes, 25 millones. Amado Jaén, de nuestra banda, siempre ha dicho que OT es un estafa y hace mucho daño a los músicos. Nosotros hemos rechazado este año participar en La Voz. Este tipo de programas a veces ridiculizan al artista. No van con nosotros.

-¿Controlan los canales digitales?

-Sí, todo. Y creo que es mucho mejor. En el sentido, de que no hay trampas. Las descargas son más fáciles de contabilizar. Usan un sistema en el que es muy difícil engañar. Con las devoluciones o no de cedés, a veces no acabas de saber con exactitud las cifras. Con internet, uno sabe perfectamente si te están escuchando o no. En nuestro caso, estamos en todas las plataformas.

-¿Saben cuál es su público?

-Sí. Nos escuchan cuatro generaciones. Los niños de ocho y nueve años también cantan nuestras canciones. Sobre todo se saben Oh, oh, Julie y Fin de semana también. Somos patrimonio familiar, un grupo para toda la casa. Nuestros vinilos pasan de generación en generación, como los de Pekenikes, Los Sírex, Los Mustang, etc. José María Íñigo acabó reconociéndonos esto. Al principio él nos daba unos palos enormes. Decía que hacíamos música chicle, pachanguera. Sí, vale, pero tráeme otro Rayo de sol. Al final, yo creo que se ha visto que nos lo hemos currado mucho. Somos una banda de puro directo, a pico y pala. Dentro de dos años, cumpliremos 50 como banda. Y yo con 70 recién cumplidos no me esperaba estar donde estamos.

-¿No han parado nunca?

-Sí, paramos del 77 al 82. Encauzamos nuestras vida, y retomamos en el 82. Yo me puse a trabajar como director de una compañía discográfica y a llevar un estudio de grabación. Amado Jaén era quien componía y compone las canciones, hace los arreglos. Él es quien siempre se ha encargado de la parte musical.

-Lo peor que está sucediendo en la industria musical.

-Una costumbre que tenemos los músicos es que nos quejamos mucho. Es un vicio. Siempre decimos que todo está mal.

-Mallorca es una plaza especial para Los Diablos.

-Sí. En la sala Tagomago, en Portopí, estuvimos tres o cuatro años. En los 70 pasamos a Barbarela, y luego hicimos las distintas poblaciones de la isla. También voy de vacaciones a Mallorca. Tengo muchos amigos músicos en la isla. El año pasado estuve en el homenaje a Los Javaloyas.

-La libertad de expresión y la música, ¿un binomio en peligro?

-Vamos para atrás. La letra de Un rayo de sol se intentó censurar: "Y quiero ser parte tuya, dentro de ti siempre estar...". Esto se entendió como algo sexual. Nos dijeron que lleváramos la canción con otra letra al censor y así lo hicimos. Eso sí, siempre cantábamos la original y nunca nadie nos dijo nada. No tuvimos problemas.