El músico valenciano afincado en la isla, Joan Rodríguez, será el solista con su oboe en Mort per a la vida, una obra de carácter espiritual que abrirá la primera edición del Vol­­­_Art, rere la llum de Llull. Estructurada en diez movimientos, la pieza describe todas las etapas de una persona. Alegría, tristeza, belleza o nostalgia son algunas de las emociones que expresa esta obra, una pieza muy esperanzadora porque refleja la eternidad del ser humano. El oboe es el alma por su sonido penetrante, transparente y versátil.

P ¿Música e iluminación forman un tándem perfecto en esta primera edición de Vol_Art?

R Es un complemento muy operístico, muy teatral pero que el hilo conductor de Mort per a la vida son los instrumentos. Mi parte es la del oboe, que es la voz que lleva todo el proceso. Interpretamos melodías que trasladarán al público a sentir diferentes estados de ánimo.

P ¿Mort per a la vida es una obra muy esperanzadora?

R La obra describe todos los estados de la vida. Es verdad que el último movimiento es la muerte pero es una pieza esperanzadora porque lanza un mensaje positivo. Describe los momentos mágicos que ocurren en la vida como la felicidad, el enamoramiento... Nos invita a vivir los momentos mágicos que nos regala la vida.

P El oboe es el leitmotiv de la obra de Miquel Àngel Aguiló...

R Como su sonido es muy sensible, puede interpretar una gran variedad de emociones. No es un instrumento muy virtuoso como el violín pero sí que permite reproducir cambios de ánimos y reproducir unos sonidos que pueden tocar la fibra de los oyentes.

P ¿Qué le enamoró del oboe?

R Me enamoró su sonido. Su sonido se puede describir como la voz de un niño o la voz de una mujer porque puede ser muy tierno. Su vibrato me encanta. Lo relaciono con el batido de un corazón. Su sonido puede ser relajante, transmitir mucha paz pero también puede ser muy vivo, muy penetrante. Puedes transformarlo pero la principal característica es que puedes reproducir melodías muy bellas que emocionan a la gente. Es un sonido muy suave. El oboe es muy particular, en función del músico se pueden extraer unos sonidos u otros.

P ¿Es un instrumento difícil de dominar?

R Tocar el oboe es difícil y lo toca muy poca gente. Cuesta mucho conseguir un buen sonido, además es un instrumento muy sensible y caro. Después en los conjuntos, es un instrumento preferente porque puede ser muy constructivo pero el intérprete debe ser muy camaleónico para encajar bien en el repertorio. Más que difícil es un instrumento delicado de tocar, hay que cuidarlo mucho.

P ¿Cómo lo descubrió?

R Por casualidad cuando era niño. Tenía ocho años. Escuché un aria muy famosa de La pasión según San Mateo y su melodía me fascinó. Sonaba como un ángel. El oboe es un instrumento muy humano.