Un hombre y unas maracas

Happy Mondays en el Mallorca Rocks. Martes, 21 de agosto. Aforo: medio

Hay cosas que sólo la música consigue: que salga un tipo al escenario cuya única aportación consiste en agitar unas maracas y provoque el éxtasis (qué fantástica coña, por cierto, hacia el movimiento Madchester). El tipo era Mark 'Bez' Berry, y el grupo los históricos y muy influyentes Happy Mondays. También fue el inesperado pinchazo de la temporada 2012 de este ciclo de conciertos: la banda tan sólo llenó a medias un recinto habitualmente repleto.

También fue el concierto más corto que se recuerda, escasos 50 minutos. La discografía de la banda no es muy extensa, pero aun así se quedaron fuera varios pepinazos. Sí llegaron a sonar Kinky Afro o 24 hour party people, y con ello se quedó todo el mundo casi contento de no ser por la corta duración del bolo. La intensidad, correcta. No estuvo a chorro, pero tampoco cayeron en la indolencia demasiado habitual en sus compatriotas New Order, cuya actuación prevista para unas semanas en el Mallorca Rocks es la incógnita de este año.

Esta isla en la que nunca pasa nada sigue acumulando conciertos históricos en su bagaje tras el hito que supuso el de Guns’n’Roses del pasado 22 de julio. Los Happy no tienen el tirón popular masivo de los norteamericanos, pero su visita se enmarca sin duda alguna en la misma primera fila de relevancia, mismo rango que ocuparán los mencionados New Order. Curiosamente, hay otra diferencia cualitativa que los distingue: mientras estos últimos hacen el esfuerzo de sonar más o menos contemporáneos, con Happy Mondays el sonido, el feeling, fue añejo, casi desfasado.