Según advierten los especialistas, muchos de nosotros no estamos utilizando nuestras vacaciones y podríamos estar pagándolo con nuestra salud. Y es que apartarnos un tiempo de la vorágine del día a día está directamente relacionado con una reducción del estrés, un aumento de la productividad e incluso un descenso en las posibilidades de sufrir problemas cardiovasculares.

Por todos es conocido el valor terapéutico de los períodos vacacionales y sus ventajas en nuestro bienestar pero, hoy en día, los altos niveles de exigencia laborales unidos a la coyuntura de crisis económica, hacen que mucha gente opte por renunciar a sus vacaciones. Para los expertos, como el Dr. José Carbonell Casasús, del Instituto Carbonell de Palma, “La reducción de estrés asociada a las épocas de vacaciones tiene una relación directa con el descenso en el riesgo de mortalidad por dolencias coronarias”.

Y ya no solo se analiza el efecto positivo de las etapas en las que nos alejamos de nuestro ámbito laboral por la reducción de estrés que suponen, sino también debido al hecho de que “a menudo durante las vacaciones iniciamos hábitos saludables que después continuamos”. Por otro lado, se ha constatado que la meta de unas próximas vacaciones en el horizonte también nos ayuda a paliar los niveles de estrés en nuestro trabajo.

Desafortunadamente, los beneficios de las vacaciones sobre nuestra salud suelen tener un efecto efímero. Por ello, la llave para que este efecto dure lo máximo posible reside en cómo empleamos nuestras vacaciones. La relajación, el placer y el control sobre nuestro tiempo influyen en una mejora del bienestar incluso una vez nos reincorporamos al trabajo.

Según el Dr. Carbonell, existen algunas recomendaciones para sacar el máximo rendimiento de nuestras vacaciones en cuanto a salud. “Planificar con antelación, enrolarse en actividades relajantes y placenteras y desconectar realmente, sin dejar que el trabajo interfiera”. Para abordar este último factor, debemos marcar fronteras muy claras como son “hacer saber a todos que no estaremos localizables, si es obligatorio el contacto, marcar un momento puntual del día en el que revisar y responder el correo y no tener miedo a la hora de apagar el teléfono”

Aunque no conozcamos con exactitud por qué, queda claro que; “Las vacaciones son períodos muy positivos para nuestro cuerpo y nuestra mente. Por ello debemos entenderlas como una de las mejores terapias a nuestro alcance”.

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