La perfección del caos

Cuando las primeras rupturas estilísticas se estaban fraguando con la revolución del salón des refusés en 1863, confirmadas por la irrupción del arte abstracto en 1917 y la singular presencia del surrealismo en el 24, la probabilidad del arte en los tiempos actuales es abiertamente profusa, parece una quimera que genera dudas sobre la denominación misma, porque los géneros, los formatos y las técnicas se declinan sin argumentos estilísticos del pasado y, sin embargo, el arte sigue estando presente en galerías y museos, el comercio y los encargos, públicos o privados, siguen alimentando la esencia del arte. ¿Para siempre? Por lo visto hasta el fin de los tiempos.

Esa elástica profusión artística sigue teniendo nombres imprescindibles para definir nuestra propia historia contemporánea. Algunos vinculados a las formas clásicas de su denominación como la pintura. Así lo demuestra Rafa Forteza quien sigue mostrando un agudo sentido de la pluralidad de formas que su pintura registra durante más de cuatro décadas. Fiel al valor de su obra, ésta experimenta a cada nueva exposición una singularidad plagada de oficio y sabiduría. Puede comprobarse en su incursión expositiva en la nueva Tube Gallery, cuyo título “Etimologías”, que cualquier diccionario describirá como “el origen de la palabra, la razón de su existencia, de su significado y su forma”, en suma, del lenguaje. Y esa es la clave de su trabajo, una afinidad entre fondo y forma, entre estilo y lenguaje. Sin que su obra dependa del lenguaje oral, la forma de expresarse pictóricamente remite a una forma expresiva estilizada a lo largo de su carrera, por eso, se entiende que su trabajo tenga un lenguaje calificable, o sea, una obra con estilo propio.

Toda su trayectoria viene jalonada por una abstracción elocuente, esa expresividad que va desde la elegancia activa hasta el caos dinámico, absorbente y sugestivo, atrapa o aleja, pero no deja indiferente. La pintura es la gran protagonista de la exposición en la que reúne obras de los dos últimos años. Para quienes seguimos la trayectoria de Rafa Forteza, sorprende que sus telas no vean ocupadas todo su espacio y aparezcan áreas sin más color que el de la propia tela. Esa ausencia crea una geografía diferenciada del resto para sostener el caos formal y cromático sobre el que se ha sustentado la mayor parte de su obra.

Esa evolución se escenifica con una pieza central pintada en 1991, durante su estancia en Cotlliure en la que el artista asume nuevos retos pictóricos. Un ejemplo es ese cuadro de intenso color negro al que ha implicado una de sus esculturas de extrañas simetrías y compleja estructura, actualmente habitual en todas sus exposiciones. Esta obra ejemplifica la existencia del caos perfecto asumido desde la efervescencia creativa, incapaz de renunciar a esa amalgama de formas y colores, de rastros y trazos. Un trabajo imposible de resumir, de abreviar, tanto por la intensidad que transmite como por la creatividad que posee. (Etimologías está en la Tube Gallery de Palma, hasta finales de marzo)

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