Barcelona tiene desde hoy el primer restaurante a oscuras del sur de Europa, que cuenta con nueve camareros ciegos, de un equipo formado con un total de 16 personas, que ofrece un menú sorpresa que sus comensales desconocen y no pueden ver, y que representa una experiencia gustativa.

El restaurante forma parte de la cadena Dans Le Noir, que cuenta ya con otros establecimientos en París, Londres y Moscú. El primero de ellos abrió en la capital francesa en 2004 y desde entonces ha ampliado su plantilla hasta contar con 75 trabajadores fijos, el 40 por ciento de los cuales son invidentes.

El preestreno se realiza hoy, aunque la inauguración oficial será el 31 de este mes, en Nochevieja. El establecimiento pretende ser un lugar de encuentro, debates e intercambios culturales, así como sede de celebraciones de fiestas populares y de citas a ciegas.

La sucursal de Barcelona, en el paseo Picasso, estará dirigida por Christophe y Maite Sutto, y la cocina irá cargo del argentino Héctor Alejandro Pérez. El chef combinará sabores catalanes, españoles e internacionales, con influencias francesas de la mano del cocinero y responsable de las formaciones y de la calidad gastronómica de los restaurantes Dans Le Noir, Olivier Romain.

El establecimiento de la capital catalana espera acoger a unos 25.000 comensales al año. Para ello, abrirá todas las noches de la semana, y los mediodías del sábado y el domingo con una oferta denominada Tapas Brunch.

Los camareros son guías

Durante la comida los camareros, invidentes, se convierten en los guías de los comensales en los que supone "un viaje directo a los más remotos y olvidados sentidos", según Dan Le Nori.

De esta forma, la cadena señala que también se produce un ejercicio de tolerancia y sensibilización hacia este colectivo de discapacitados.

El establecimiento de Barcelona que hoy abre sus puertas por primera vez también estará dedicado al vino y los quesos y propondrá descubrimientos sorpresas y catas a ciegas, asesoradas por un sumiller.

Dan Le Noir señala que una comida a ciegas es también un nuevo experimento desde el punto de vista social para el comensal, ya que al no ver a los compañeros de mesa cambia totalmente la forma de actuar y de reaccionar en público.